Este artículo se publicó hace 17 años.
España mantiene su disposición de ayudar si Argentina y Uruguay lo reclaman
España mantiene su disposición a facilitar la búsqueda de un acuerdo entre Uruguay y Argentina en el conflicto por la instalación de una planta de celulosa en la frontera común si ambos países lo requieren, señalaron hoy fuentes del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
"Para nosotros la tarea siempre continuará si se nos reclama que continúe", señalaron las fuentes", que afirmaron que "no ha disminuido la voluntad de ayudar" pese a la falta de resultados y al recrudecimiento de la tensión entre los dos países.
El agravamiento de la crisis en las últimas horas a consecuencia de la puesta en funcionamiento de la planta hoy, tras una decisión repentina en la noche del jueves, del presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, hicieron surgir interrogantes sobre la continuidad de la labor española.
Las fuentes del Ejecutivo de Madrid subrayaron que España "solo puede respetar la actitud" que adopten Argentina y Uruguay.
"Primero, solo podemos respetar su actitud, y en segundo lugar, desear, pero sin empujar, que esta situación se reconduzca", añadieron.
El rey Juan Carlos aceptó hace un año, a petición de ambos países, ejercer una labor de buenos oficios para propiciar un acuerdo, tarea para la que nombró al embajador español en la ONU, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, "facilitador" en ese proceso.
Tras la falta de progresos con la que concluyó el jueves la reunión que mantuvo en Santiago de Chile el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con los cancilleres de Uruguay y Argentina, el Rey se reunió hoy con la presidenta electa argentina, Cristina Kirchner, y luego con Tabaré Vázquez,
El portavoz del presidente uruguayo, Gustavo Antúnez, dijo a Efe que el monarca pidió a Vázquez que "le expusiera su punto de vista".
Otras fuentes uruguayas señalaron que Vázquez argumentó su repentina decisión de autorizar el funcionamiento de la planta, instalada en las afueras de la ciudad de Fray Bentos en la actitud adoptada por el presidente saliente argentino, Néstor Kirchner, que saludó en Santiago a una representación de los ambientalistas de la ciudad de Gualeguaychú que cortan el puente que une esa localidad con la parte uruguaya, a los que aseguró estar "siempre firme con la causa".
El Gobierno argentino reaccionó hoy a la apertura de la planta expresando su indignación y con críticas a lo que considera "política de hechos consumados de Uruguay".
Kirchner aprovechó su intervención en la sesión plenaria de la Cumbre Iberoamericana para pedir disculpas al Rey, al tiempo que expresó su dolor por el hecho de que el conflicto de las papeleras haya sido introducido (por Uruguay) como tema en la cumbre.
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