En España no se puede construir a pie de playa, ni ahora ni con la nueva Ley de costas, aseguró hoy el secretario de Estado para Medio Ambiente, Federico Ramos, que anunció la normativa para antes del verano.

Ningún proyecto que no respete la Ley de costas podrá construirse en el litoral español, insistió Ramos, tras participar en un acto simbólico por el Día Mundial del Medio Ambiente en la Embajada de Estados Unidos en Madrid.

"El primer objetivo de la Ley de Costas será la protección del litoral" y no desproteger ningún entorno actualmente bajo tutela, añadió sobre las dunas y ante "las noticias erróneas, inexactas e imprecisas" que apuntan la posible laxitud de la nueva legislación.

Sí precisó que la Ley de costas, a la que se está dedicando "el esfuerzo que se merece", atenderá solo sus atribuciones y que para las dunas tierra adentro "hay otras figuras de protección".

"No es la finalidad de la Ley desproteger entornos que ya están protegidos", subrayó Ramos, quien enfatizó que en España "será imposible construir sin respetar la Ley de costas. Que no quepa ninguna duda".

De los proyectos municipales que han visto la luz recientemente, como el aprobado en Valdevaqueros (Cádiz), cerca de Tarifa, declaró que "lo que pueden hacer los municipios es planificar su desarrollo en el ámbito de sus competencias", pero sin desatender la ley vigente.

Y sobre el proceso judicial pendiente por la construcción en área de deslinde costero del hotel Azata del Sol, en la playa de El Algarrobico (Almería), Ramos apuntó que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente está pendiente de una sentencia firme en todos los casos relacionados abiertos.

Aún así, adelantó que si se dictamina su demolición, el primer responsable es el constructor, después quién emite la licencia de construcción y, antes, quién determina las características del suelo en el que se edifica.

"Y eso no lo hemos hecho nosotros", dijo, en referencia al Ministerio. Hay que preguntar en el municipio de Carboneras, del que depende El Algarrobico, y en la Junta de Andalucía, dijo.

El Algarrobico se ha convertido en un emblema en la lucha medioambiental para proteger las costas, a pesar del apoyo de la administración municipal por un proyecto que, dicen, sería una inyección para la deprimida economía local.

El último fallo judicial sobre el caso establece que parte de la edificación de 20 plantas y 400 habitaciones, que se levanta a 50 metros de la orilla del mar, contraviene la obligación legal de respetar los cien metros entre una construcción y la playa.