A 1 de enero de 2014 en España residían 46.507.760, un 0,4% menos, lo que supone una reducción de la población de 220.130 personas respecto al inicio de 2013. Este es el segundo descenso consecutivo de la población residente desde que hay datos anuales (1971), según la Estadística de Migraciones de 2013 difundida este lunes por el Instituto Nacional de Estadística.

Una caída que se intensifica respecto al año anterior, cuando la población se redujo el 0,19 %,y entre las causas está el descenso de extranjeros, bien porque regresan a sus países o bien porque consiguen la nacionalidad española; y a la salida de ciudadanos españoles en busca de trabajo.

Pese a la incipiente recuperación en la economía anunciada por el Gobierno, los españoles siguen marchándose fuera a buscar el empleo que no encuentran aquí. Concretamente en 2013 abandonaron España 547.890 personas, de las que  79.306 (el 14,5% del total)eran de nacionalidad española. 52.160 de ellas habían nacido en España, aunque también había españoles entre quienes llegaron al país el año pasado, un total de 33.393 personas, el 11,5% del total. Dejaron de figurar así cerca de 46.000 nacionales al cabo del año.

Pero el factor determinante del descenso poblacional está en el retorno de lo inmigrantes. Así, a lo largo de 2003 la cifra de extranjeros se redujo un 7,8% hasta las 4.676.022 personas.

Del m´ñas de medión millón de salidas, 468.584 fueron de extranjeros. De hecho, durante el año pasado el éxodo de población foránea aumentó un 20,4% respecto de 2012, con la salida de 210.936 personas. En paralelo, la llegada de inmigrantes cayó un 5,4%, hasta situarse en 257.648.

El saldo migratorio a fecha de 2014 (diferencia entre quienes llegan a España y quienes se marchan) fue negativo en 256.849 personas (llegaron 291.041 procedentes del extranjero y se marcharon 547.890), una cifra un 80,2 % superior a la de un año antes y que estuvo basada en el descenso del 4,3 % de la inmigración y el aumento del 22,7 % de la emigración.

Las salidas y el proceso de nacionalización, por el que 230.581 extranjeros se convirtieron en españoles el año pasado, dejaron al cierre del mes de diciembre una reducción global de la población foránea en España del 7,82%, es decir, 4.676.022 ciudadanos de terceros países.

Aunque todas las nacionalidades registraron saldos migratorios negativos, las mayores reducciones en términos relativos se produjeron en las comunidades peruana (perdieron al 23,76% de sus habitantes), colombiana (un 22,75 menos), boliviana (22,22% de reducción), ecuatoriana (20,96% menos) y argentina (15,20% de caída).

Esto, junto a un saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) de 36.719 personas, hizo que se intensificara el ritmo de la caída de la población ya apuntada en 2012, cuando la cifra de habitantes se redujo un 0,19%, frente al 0,47%. El tamaño del país está así menguando desde que al cierre de 2011 alcanzase su punto álgido: 46.818.216 habitantes, el número más alto de la década.