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La esposa del juez Regadera declara que intentó matarla

El ex juez decano de Barcelona sostiene que fue su mujer quien le agredió

JORDI BENAVENTE

'Mi marido intentó matarme esa noche'. Así de contundente se mostró ayer María Rosa I. M., la esposa del ex juez decano de Barcelona, JoséManuel Regadera, en su turno final de palabra del juicio celebrado en el Juzgado de Instrucción número 16 de Barcelona. Tanto ella, notaria de profesión, como su marido se han acusado mutuamente de un delito de malos tratos. El caso provocó la dimisión de Regadera y mucho revuelo en ámbitos judiciales de Barcelona. La versión del ex juez fue exactamente la contraria: que fue ella quien le agredió a él.

El juicio, visto para sentencia tras la sesión de ayer, trata de dilucidar quién agredió a quién la noche del pasado 2 de abril, en lo que Regadera describió como una 'discusión conyugal privada' .

Ambos coinciden en que su relación estaba tan deteriorada que dormían separados. Y también en que esa noche ella descubrió la identidad de la mujer con la que Regadera mantenía una relación. Ese conocimiento motivó, según la acusada, un 'intercambio de inteligentes argumentos' hasta que le dije que 'se tenía que marchar'.

Las contradicciones surgieron cuando los acusados explicaron el origen de los hematomas y los golpes que el informe médico registró en ella, y los arañazos en el rostro de él.

Regadera sostiene que, terminada la discusión, subió a su habitación para acostarse, pero, a los pocos minutos, su mujer 'irrumpió violentamente en el cuarto' e intentó agredirle. Ella, por su lado, asegura que, tras discutir el tema, su marido decidió subir a dormir, dejándola con la palabra en la boca. Entonces lo siguió para exigirle las señas de su abogado y agilizar así los trámites del divorcio.

María Rosa I. M. asegura que fue zarandeada y golpeada en la cabeza contra la pared y contra el marco de la puerta. Mientras, Regadera mantiene que sujetó a su mujer por las muñecas para evitar sus 'arañazos' y que le 'cogiera por los genitales'. La lesión en la cabeza, asegura el ex juez decano, se la provocó su mujer, golpeando la puerta durante el forcejeo que tuvo lugar en la habitación.

María Rosa I. M. explicó que su marido le dijo que iba a 'acabar' con ella 'para siempre' y descendió a la planta baja, donde, según su versión, cogió algo del cajón de los cubiertos. Fue entonces cuando aprovechó para encerrarse en su habitación y llamar a la Policía.

'No nos cuente milongas de que se golpeó ella misma', replicó el letrado que representaba a María Rosa I. M. en sus conclusiones finales. El abogado desacreditó uno de los argumentos de su colega defensor de Regadera, que recordó que la acusada es cinturón marrón de kárate. 'Una experta karateka lo habría derribado', manifestó. Su conclusión fue clara: 'La señora María Rosa I. M. es una mujer maltratada'.

 

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