A tan sólo tres días de su clausura, las negociaciones en la Cumbre del Cambio Climático en Copenhague se hallan hoy paralizadas y sin indicios de avances sobre un acuerdo que regule las emisiones de gases de efecto invernadero.

Está previsto que la presidenta de la conferencia, la danesa Connie Hedegaard, se reúna con varias delegaciones para intentar lograr un consenso y evitar un fracaso, que obligaría a irse con las manos vacías a más de un centenar de líderes políticos.

Entre las intervenciones de jefes de Estado y de Gobierno en el plenario de hoy están las del presidente venezolano, Hugo Chávez, y su homólogo boliviano, Evo Morales.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, hizo ayer un llamamiento a todas las partes para que abandonen las tácticas dilatorias e impidan en fracaso de esta cumbre, la más grande jamás celebrada con 46.000 personas registradas.

Las 192 delegaciones tenían como base de trabajo dos borradores sobre la financiación de los países ricos a los pobres para mitigar las consecuencias del cambio climático, en el que no aparecían cifras, además de otro texto con los porcentajes a negociar de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) hasta 2050.

Las conversaciones, que comenzaron el 7 y concluirán el 18 de diciembre, han tomado un claro cariz de enfrentamiento entre los países industrializados y en desarrollo.

Ante todo los países africanos y los integrados en el G77 de no alineados, encabezados por China, que ha tenido mucho protagonismo como país emergente y primer emisor de CO2 del mundo, seguido de EEUU.

Los organizadores de la ONU y la policía danesa han extremado hoy las medidas de seguridad ante la amenaza del grupo ambientalista "Climate and Justice" (CAN) de asaltar el Bella Center, donde tienen lugar las negociaciones.

Unidades de la policía antidisturbios se han apostado con perros adiestrados en los alrededores del palacio de congresos y cerrado al tráfico su acceso tanto por carretera como por el metro urbano, cuya estación ha sido cerrada.

En los días pasados, la policía ha actuado con contundencia contra los manifestantes y ha detenido a más de 1.300, que en su gran mayoría han sido puestos en libertad poco después.

La ONU también ha cerrado la acreditación para la prensa, tras haberse acreditado 3.500 periodistas, que hoy deberán intentar cubrir 46 ruedas de prensa y 38 intervenciones de jefes de Estado y de Gobierno en el primer día de los contactos de alto nivel.