"Este no es sólo un movimiento de jóvenes"

Dueña de una peluquería en A Coruña, María se sumó al 15-M para "luchar contra la injusticia social". Antes de entrar en detalles, María pide utilizar su propia grabadora para que deje constancia de la conversación. Teme que se alteren sus palabras "como lo han hecho, por interés, determinados grupos mediáticos", dice. Además insiste en que se manifiesta a "título personal" y que "no ejerce de portavoz del colectivo". "Desde siempre he participado en pequeñas causas cuando consideraba que no se estaba actuando bien", prosigue.

Con esos antecedentes, no es de extrañar que enseguida hiciera suyas las demandas de los indignados. Tampoco ha sorprendido su activismo en su círculo personal. "Quiero que mi nieto viva en una sociedad más justa y la única manera de conseguirlo es luchar", alienta. Considera que el objetivo del movimiento es "presionar a los políticos" para advertirles de que "no siempre puede pagar el pueblo, que los ciudadanos de a pie ya las pasan canutas para llegar a fin de mes".

Las estrecheces "sólo las padecen los trabajadores, no los poderosos", argumenta, y añade: "Históricamente se ha luchado mucho para echarlo todo a perder ahora". La mejor lección que saca es que "con la constancia se pueden conseguir muchas cosas" y puntualiza que "el 15-M no es un movimiento sólo de jóvenes", sino de gente indignada debido "a la presión a la que está sometida".