Público
Público

"Estos comicios son para la opinión pública occidental"

Èlla Susanna López. Observadora de la Fundación para unas Elecciones Libres y Justas

 

M. CENTENERA

La antropóloga catalana Èlia Susanna López llegó a Afganistán en 2008 para completar su tesis doctoral y se enamoró de la cultura persa. Un año después, su colaboración con la Fundación para unas elecciones Justas y Libres (FEFA) la ha convertido en una observadora privilegiada del proceso electoral.

¿Qué credibilidad tienen las elecciones afganas?

Hay afganos que creen con el corazón que estas elecciones son la única forma de tirar adelante un país democrático, de que las cosas cambien. Quizás a largo plazo tengan razón y su opinión tiene que ser respetada. Sin embargo, la visión de la comunidad internacional es muy cínica.

¿Por qué?

Una misión de la UE con sólo cien observadores internacionales en un país con 17 millones de personas registradas es una vergüenza. Cuando la misión de observación local ha denunciado el fraude, que la comunidad internacional no se atreva a decir que estamos apoyando un proceso electoral que no se parece en nada a los que conocemos en Occidente es una vergüenza. Pero el motivo es claro. Aunque digan que lo están haciendo por la sociedad afgana, lo están haciendo para sus opiniones públicas.

¿Para justificar el envío de tropas?

Sí.

La mayoría del fraude detectado está relacionado con las mujeres. ¿Por qué?

Porque faltaban observadoras en los colegios electorales para mujeres. En algunos casos se obligó a las observadoras a salir del colegio. Afganistán no es como España, que dices que no te vas y punto. Aquí si no te vas te pegan un tiro, así que salieron y las urnas se manipularon.

¿Cómo?

Añadiendo papeletas de gente que no ha votado.

¿Por qué no abrió ningún colegio electoral para mujeres en Paktika?

Por la presión de los talibanes, que consiguió que no votara ninguna mujer allí. En 2005, esta provincia fue uno de los lugares que registró uno de los porcentajes más altos de voto femenino, aunque las mujeres ya entonces estaban amenazadas por los talibanes. Eso sólo puede ser posible si ha habido fraude. La UE dirá que no ha habido fraude, pero no tiene observadores, no sabe lo que ha pasado en algunas regiones.

¿El fraude se ha concentrado en el sur?

En el sur y en otras provincias donde ha habido violencia y los colegios electorales han estado menos controlados.

¿Qué ha hecho Karzai por las mujeres?

Hablando claro, nada. Pero no ha sido sólo cosa suya. Para entender la ley familiar chií hay que remontarse a 2001, cuando EEUU presionó para que los señores de la guerra entrasen en la Loya Jirga (Parlamento afgano). Le habían ayudado a derrocar a los talibanes y sentía que les debían alguna cosa. Y ahora siguen aquí.

¿Qué efecto ha tenido en las elecciones que Karzai se presente con todos los señores de la guerra?

Ha hecho que la gente aún sienta menos respeto por el Gobierno. Los afganos son pobres, pero no tontos.

Si sale reelegido, Karzai quiere hablar con los talibanes. ¿Es aceptable?

Para mí, no. Porque el extremismo talibán llega a permitir que una mujer se muera sin ir al médico. Y me he encontrado con hombres que dicen que eso es la cultura afgana. No me lo creo. Quien dice eso es porque no ha hablado con las mujeres. Ellas, sin traspasar las barreras culturales, tienen sus propios métodos para poder acceder a la medicina o a la educación. Incluso con los talibanes lo hicieron, convirtiendo, por ejemplo, sus casas en escuelas.

 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias