Este artículo se publicó hace 15 años.
"Estos dispositivos me han hecho sentirme persona de nuevo"
En primera persona. Una víctima de violencia de género cuenta su experiencia con la pulsera
Durante nueve años, Mar, de 32, soportó los insultos, las palizas y los desprecios del que ahora es ya su ex pareja. Hasta que un día dijo basta. Cogió a sus tres hijos de entre 1 y 5 años de edad, se marchó de casa y denunció a su maltratador.
Inmediatamente, un juez decretó una orden de alejamiento no sólo contra el hombre, sino contra toda su familia. "Cuando le denuncié sus familiares fueron a casa de mi madre y la amenazaron", explica. Ante la situación del caso el juez decretó que el hombre portara un localizador más conocido como pulsera antimaltratador para comprobar si la ex pareja de Mar quebrantaba la orden de alejamiento.
La mujer vive en la Comunidad de Madrid prefiere no concretar en qué localidady porta uno de los 165 dispositivos que están activos en la región. De hecho, los de Madrid son los únicos de este tipo que hasta ahora funcionaban en España. A ellos se les sumarán los activados desde el Ministerio de Igualdad.
"Al principio no me fiaba de que funcionara bien, creía que iba a fallar, pero desde el centro de control me tranquilizaron mucho, me enseñaron cómo era el mecanismo de avisos, y gracias a él empecé a sentirme persona de nuevo", explica Mar. Su ex pareja fue condenada poco después por un delito de violencia de género, pero no llegó a entrar en la cárcel. De esta manera, cada vez que la mujer sale de casa debe llevar consigo su buscapersonas. Está conectado a la pulsera del hombre y ambos dispositivos envían su señal al centro del control, donde en todo momento saben en qué posición está cada uno.
"Si detectan que me puedo cruzar con él, me indican otro camino"Mar cuenta que alguna vez tiene que ir a hacer gestiones a la localidad donde reside su agresor. "Desde el centro de control me dicen dónde está él y me recomiendan recorridos alternativos para no encontrármelo", dice.
Una vez, por un cúmulo de casualidades, se cruzó con él. "El centro de control detectó que estábamos cerca el uno del otro y me llamaron para avisarme, pero no me di cuenta de que tenía el móvil apagado. Mi busca empezó entonces a avisarme de que él estaba muy cerca, encendí el móvil y desde el centro me explicaron que una patrulla estaba ya en camino. Llegué a verle, pero él se marchó al ver a la policía", explica.
En el centro de control están alerta las 24 horas del día los 365 días del año. "Cada vez que salgo de casa se ponen en contacto conmigo. Los días que estoy baja me ayudan mucho, se han convertido en mis ángeles de la guardia", indica.
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