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Un estudio constata los peligros de conducir con resaca

EFE

Conducir con resaca es cuatro veces más peligroso que hacerlo sobrio, según un estudio de la Brunel University de Londres, que constata que tras una noche de fiesta es mejor no sentarse ante el volante aunque se esté dentro de los límites legales de nivel de alcohol en sangre.

La investigación, desarrollada por encargo de la aseguradora RSA, señala que aunque los niveles de alcoholemia sean muy bajos o inexistentes, la persona que ha bebido mucho en un periodo no anterior a 12 horas no conduce en plenitud de sus facultades.

Las pocas horas de sueño, el bajo nivel de azúcar en sangre y la deshidratación producto del alcohol tienen el efecto de convertir a un conductor en un peligro similar al de un conductor bebido.

Los autores del estudio eligieron a un grupo de estudiantes, cuyas reacciones al volante fueron estudiadas primero en condiciones de sobriedad y después bajo los efectos de una resaca.

Se utilizó para ello un simulador y quedó en evidencia que los resacosos condujeron a más velocidad, se salieron con mucha más frecuencia de su carril y cometieron el doble de infracciones, ignorando semáforos en rojo o saltándose señales de stop.

En un circuito urbano de ocho kilómetros, los sobrios condujeron a una media de 52,45 kilómetros por hora y los afectados por los excesos de la noche lo hicieron a 67,09 kilómetros por hora.

Los primeros sobrepasaron el límite de velocidad durante un 6,3 por ciento del trayecto y cometieron 3,9 infracciones, mientras que los segundos corrieron durante un 26 por ciento de la prueba y cometieron 8,5 infracciones de tráfico.

Graham Johnson, portavoz de RSA, manifestó que "la sorpresa fue que condujeran más rápido. Esperábamos que tuvieran una conducción más errática y nos alarmó que no tuvieran cuidado y se saltaran las señales".

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