Este artículo se publicó hace 13 años.
Estudio desmiente que comer menos sal reduzca el riesgo cardíaco
Por Genevra Pittman
Un estudio efectuado enEuropa reveló que las personas que consumen gran cantidad desal no son más propensas a desarrollar hipertensión y añadióque además son menos proclives a morir por enfermedad cardíacaque las que ingerían poca sal.
Esto "no respalda la recomendación de reducir el consumo desal de la población general", dijo el autor principal, doctorJan Staessen, de la Universidad de Lovaina en Bélgica.
Las guías sobre el consumo de sal, incluidas las quepublicó el Gobierno de Estados Unidos en enero, surgen de datosde estudios cortos sobre voluntarios que aceptaron hacer unadieta con bajo o alto contenido de sal, explicó Staessen.
Las directrices estadounidenses recomiendan que lapoblación ingiera menos de 2.300 miligramos (mg) por día o1.500 mg aquellas personas que tienen más riesgos dedesarrollar hipertensión o cardiopatías.
El equipo de Staessen utilizó datos de dos estudios sobreun total de 3.700 europeos, a los que se les había medido elconsumo de sal en análisis de orina al inicio de lainvestigación.
Los expertos dividieron a las cohortes en tres grupos: losque más sal consumían, los que menos sal ingerían y los queconsumían una cantidad aceptable.
Ningún participante tenía enfermedad cardíaca inicialmentey dos tercios presentaban presión normal. El seguimiento duróocho años, en los que los investigadores determinaron a cuántaspersonas se les diagnosticó enfermedad cardíaca y, en un grupomás pequeño, hipertensión.
Según publica Journal of the American Medical Association(JAMA), la posibilidad de desarrollar enfermedades cardíacas ovasculares no varió en los tres grupos.
En tanto, los participantes que menos sal consumíanregistraron la tasa más alta de mortalidad por cardiopatías (un4 por ciento) durante el estudio, mientras que los que más salconsumía tuvieron la tasa más baja (menos del 1 por ciento).
En los tres grupos, a uno de cada cuatro participantes quehabían ingresado con presión normal se le diagnosticó presiónalta durante el seguimiento.
El equipo observó que la presión sistólica aumentaba amedida que lo hacía el consumo de sal en el tiempo, pero lavariación era muy pequeña, por lo que Staessen no la considerórelevante para la evolución de la salud.
El autor agregó que reducir la sal sigue siendo un aciertopara las personas que ya tienen presión alta o que tuvieronproblemas cardíacos, pero aclaró que el estudio no hallópruebas de que la sal cause esas condiciones.
"Queda claro que hay que ser muy cuidadosos al promover lareducción generalizada del consumo de sodio. Puede tenerbeneficios, pero también efectos adversos", dijo Staessen.
Hillel Cohen, del Colegio de Medicina Albert Einstein deEstados Unidos advirtió que cuando los restaurantes o lasempresas de alimentos reducen la sal en sus productos, agreganotras sustancias potencialmente dañinas para compensar el saborperdido o como conservantes.
FUENTE: JAMA, online 3 de mayo del 2011
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