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Un estudio no encuentra relación entre antenas móviles y cáncer

Reuters

Por Kate Kelland

Científicos británicos que realizaronel mayor estudio hasta el momento sobre antenas de telefoníamóvil y el cáncer infantil dijeron que vivir cerca de una deellas no incrementa el riesgo de que un bebé desarrolle laenfermedad.

En una investigación que analizó a casi 7.000 niños ypatrones de cáncer en pequeños en todo el Reino Unido, elequipo descubrió que los que desarrollaron cáncer antes decumplir 5 años no tenían más probabilidades de haber nacidocerca de una antena que otros menores.

"Estos resultados son tranquilizadores", dijo Paul Elliot,director del centro de medioambiente y salud del ImperialCollege London, que trabajó en el estudio.

"No encontramos ningún patrón que sugiriera que los niñosde madres que vivían cerca de una estación base durante elembarazo tuvieran un mayor riesgo de desarrollar cáncer que losque vivían en otros lugares", agregó.

El uso de teléfonos móviles se ha incrementadodrásticamente en los últimos años y se han planteadointerrogantes sobre sus posibles efectos en la salud, porejemplo, si pueden tener relación con tumores cerebrales uotros tipos de cáncer.

Algunos sondeos mostraron también altos niveles depreocupación en la opinión pública acerca de los riesgospotenciales de vivir cerca de antenas de telefonía móvil.

Sin embargo, Elliot, cuyo estudio fue publicado en elBritish Medical Journal el miércoles, dijo que su trabajo sesumaría a un conjunto de investigaciones científicas que noencontraron vínculos entre los teléfonos móviles y el cáncer.

Expertos que estudiaron a casi 13.000 usuarios de móvilesdurante 10 años, esperando encontrar si los dispositivoscausaban tumores cerebrales, publicaron los resultados de suinvestigación el mes pasado y no encontraron una clararespuesta.

Para este trabajo, los investigadores tenían datos de lascuatro operadoras de telefonía móvil británicas -Vodafone, O2,la filial de France Telecom Orange y la de Deutsche TelekomT-Mobile- sobre las 81.781 antenas de telefonía móvil en usodesde enero de 1996 a diciembre del 2001.

Al comentar el estudio de Elliot, Eileen Rubery, exresponsable del departamento de prevención de salud pública delGobierno británico, dijo que sus métodos y conclusiones eransólidos.

"Este es un estudio realizado cuidadosamente por un grupoaltamente reputado de científicos medioambientales", declaró.

"Es tranquilizador que no se hayan encontrado efectosadversos", añadió.

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