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ETA asume otros cuatro atentados además del asesinato de los guardias civiles

EFE

La organización terrorista ETA ha asumido la autoría, además del asesinato de los dos guardias civiles abatidos a tiros en Capbreton (Francia) el 1 de diciembre, de otros cuatro atentados, entre ellos el que causó heridas a un escolta el pasado 9 de noviembre en Bilbao.

En el comunicado que publican hoy los periódicos Gara y Berria, ETA se declara autora también de la colocación de un coche-bomba contra la delegación del Ministerio de Defensa en Logroño el pasado 9 de septiembre, del artefacto que estalló en la comisaría de la Ertzaintza en Zarauz (Guipúzcoa) el 25 de ese mes, y de los colocados en los juzgados de Getxo (Vizcaya) el pasado 11 de noviembre, uno de cuyos detonadores hirió a un ertzaina.

La banda armada asume además la colocación de una bomba en un coche que utilizaba el escolta Gabriel Ginés, que prestaba protección a un concejal socialista de Vizcaya.

El atentado se produjo el 9 de noviembre cuando el escolta circulaba con el vehículo por Bilbao y la víctima sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 4 por ciento de su cuerpo.

ETA admite la autoría, el 9 de septiembre, de la colocación de un coche-bomba, cargado con 61 kilos de amonal, frente a la delegación del Ministerio de Defensa en Logroño. El artefacto fue desactivado por los Tedax al fallar el mecanismo de ignición.

La organización terrorista también hace suyo el atentado con bomba registrado el 25 de septiembre contra la comisaría de la Ertzaintza en Zarautz, que sufrió daños materiales, al igual que las casas colindantes, aunque no hubo heridos.

El atentado se registró de madrugada, después de que los terroristas lograran introducir en el interior del recinto de la comisaría una mochila que contenía un recipiente metálico con 5 kilos de explosivo, que estalló por la acción de un temporizador.

En el comunicado, ETA asume también que intentó atentar contra la Ertzaintza el pasado 11 de noviembre con una bomba-trampa de tres kilos de cloratita colocada junto a otro artefacto de cinco kilos del mismo componente en los juzgados de Getxo.

Los ingenios explosivos colocados por dos terroristas no estallaron y fueron desactivados por artificieros de la Policía vasca, aunque, al día siguiente, uno de éstos especialistas de la Ertzaintza resultó herido en una mano al explosionar el detonador de una de las dos bombas neutralizadas en Getxo.

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