Nueve campamentos de verano infantiles en la región de Nizhni Nóvgorod fueron hoy evacuados por las autoridades locales ante la amenaza que suponen los numerosos incendios forestales que arrasan los bosques de la zona.

En total, varios cientos de niños fueron trasladados y entregados a sus padres, que temían por la seguridad de sus hijos, según informaron las autoridades regionales, citadas por las agencias rusas.

Además, detallaron que continúa la evacuación de cientos de residentes de pequeñas aldeas mal comunicadas por carretera, donde las casas son casi todas de madera, y su traslado a hospitales y escuelas.

La situación es especialmente peligrosa en las localidades de Vilia y Provolochnoye, que están amenazadas por las llamas y de donde anoche fueron evacuadas sus casi cuatro mil habitantes.

Otra localidad del mismo municipio de Viksa, Vérjnaya Vereya, fue el pasado jueves pasto de las llamas y sus 341 casas resultaron destruidas, lo que motivó una visita a las ruinas del primer ministro, Vladímir Putin.

Medio millar de militares equipados con camiones remolcadores se han sumado hoy a los efectivos del Ministerio de Emergencia que combaten el avance del fuego en Nizhni Nóvgorod, donde han muerto 21 del total de 41 personas fallecidas en incendios en todo el país.

El ministerio informó de que esta tarde aún había en el país 246 incendios activos que ocupaban una superficie de 121.000 hectáreas de bosques.

Desde el inicio de la ola de calor a mediados de junio se han declarado más de 23.600 fuegos, que han arrasado casi 650.000 hectáreas.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, declaró ayer el estado de emergencia en siete regiones del centro de la parte europea de Rusia, donde no llueve desde junio y las temperaturas rondan los 40 grados.