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Evo Morales se encamina a la reelección en Bolivia

Reuters

El líder cocalero boliviano Evo Morales buscará el domingo, con gran favoritismo, la renovación de su mandato presidencial para continuar durante el próximo quinquenio el "cambio" indigenista y socialista que inició hace cuatro años.

Las encuestas pronostican que el gobernante del empobrecido país altiplánico, clave de la alianza regional izquierdista y "anti imperialista" liderada por el venezolano Hugo Chávez, se convertiría fácilmente en el primer presidente reelegido en 45 años en Bolivia y ganaría además el control legislativo.

Pero el principal aspirante opositor, Manfred Reyes Villa, auguraba que forzaría una segunda vuelta en febrero de 2010. Esto se produciría si, al contrario de los pronósticos, el ganador no obtiene la mayoría absoluta de los votos o al menos 40 por ciento y una ventaja de 10 puntos porcentuales.

Morales viajó el sábado a la región cocalera del Chapare, su cuna sindical política, donde espera ser de los primeros en emitir su voto el domingo. En tanto, el ex militar derechista Reyes Villa sufragaría en la ciudad central de Cochabamba y el magnate Samuel Doria Medina, tercero en discordia, en La Paz.

Las elecciones y simultáneos referendos de autonomía en cinco departamentos y 12 municipios pondrán a prueba un nuevo padrón biométrico, de 5,1 millones de electores, elogiado por la comunidad internacional por haber sido construido en apenas dos meses pero no exento de supuestos intentos de fraude.

"Podemos decir que tenemos gran confianza en el padrón, creemos que fue una gran experiencia y estamos seguros de que por ello el proceso de mañana (domingo) va a ser muy amplio, muy democrático, muy pacífico", dijo a periodistas el jefe de la misión de observación electoral de la OEA, Horacio Serpa.

El enviado colombiano y otros jefes de misiones internacionales, que acreditaron en total más de medio millar de observadores, se reunieron el sábado por la mañana con Morales para expresar su respaldo al proceso.

"La presencia de veedores internacionales va a garantizar (neutralizar) cualquier maniobra que pudiera haber en algunas regiones, cualquier problema", dijo Morales a periodistas que lo acompañaban en el Chapare.

"Siempre se presentan algunos problemas, pero felizmente hay una excelente vocación democrática del pueblo boliviano, por eso confiamos en que mañana habrá una fiesta democrática", aseguró el líder indígena.

El gobernante impulsa un histórico acceso de las mayorías indígenas al poder y un proceso de estatización de la economía que, en parte por una buena coyuntura de precios de materias primas, le ha permitido acelerar el crecimiento y acrecentar su popularidad con bonos para estudiantes, madres y ancianos.

¿FRAUDE ELECTRONICO?

Una sombra de duda empañaba a última hora el proceso electoral boliviano, después de que el Gobierno revelara que la Corte Nacional Electoral (CNE) había recibido una denuncia de un supuesto intento de fraude atribuido al principal candidato opositor, el ex militar derechista Manfred Reyes Villa.

La CNE confirmó el viernes por la noche que recibió el miércoles pasado "la transcripción de un registro de audio en el que dos personas conversan sobre una supuesta manipulación informática para aumentar el caudal electoral de un presunto candidato".

El organismo electoral dijo que dejó el caso en manos de la fiscalía, en tanto que el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, señaló que el candidato involucrado, Reyes Villa, habría ofrecido 150.000 dólares a un funcionario electoral para "mejorar" su votación y acceder a una segunda vuelta.

La CNE dijo que reforzó sus sistemas de seguridad informática y "garantiza la realización transparente y segura del proceso electoral".

Serpa dijo conocer esa denuncia, de la cual indicó que debía hacerse cargo la justicia, y aseguró que esto no alteraba su percepción de que la votación "va a ser una demostración de la cultura (...), de la democracia del pueblo de Bolivia, de sus deseos de superación y social y bienestar".

El triunfo de Morales es esperado por líderes izquierdistas latinoamericanos, que de ese modo se aliviarían del duro contraste que sufrieron el domingo pasado en Honduras, donde no lograron impedir que el Gobierno de facto de Roberto Micheletti llevara adelante unas cuestionadas elecciones generales.

El boliviano, cuya llegada al poder en 2006 puso fin a un ciclo de inestabilidad política y social, es un declarado admirador de Chávez y del cubano Fidel Castro, aunque ha dado señales de que puede ser menos radical y más pragmático.

La semana pasada, recibió al presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, y sólo 48 horas después fue visitado por el presidente de la española Repsol-YPF, Antonio Brufau. Luego, calificó al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva como "el mejor presidente de Latinoamérica" y de "un ejemplo a seguir".

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