La presión ha podido con él, pero aún así seguirá cobrando una buena pesión por llevar al Royal Bank of Scotland (RBS) a la quiebra. Sir Fred Goodwin, ex consejero delegado del banco, ha decidido rebajarse a menos de la mitad la pensión vitalicia que le correspondía por haber ocupado ese puesto. El Gobierno se tuvo que hacer con el 95% de las acciones en plena crisis económica para sacar a flote a la institución financiera. Goodwin pasará de cobrar 703.000 libras al año (unos 725.000 euros) a percibir 342.500(370.000 euros) después de la agria polémica que le ha salpicado.

El RBS recibió una inyección económica de 20.000 millones de libras en octubre del año pasado cuando Goodwin se declaró incapaz de levantar la situación. Entonces, el ex director dejó el cargo, y el Gobierno no tuvo más remedio que asumir la deuda con dinero de los contribuyentes y quedarse con la mayor parte de las acciones. 

Algunos medios británicos creen que esta decisión viene provocada por la publicación la semana pasada de un artículo en el sensacionalista  News of The World en el que se relataba la casa de retiro que el banquero estaba ocupando en la riviera francesa. Goodwin dejó el Reino Unido después de que unos exaltados atacaran su casa de Edimburgo cuando se concoció la pensión que cobraría. 'Hemos encontrado donde vive Goodwin, pero la buena noticia es que no vuelve al reino Unido', decía The News of The World.

Reino Unido, que alcanzó este lunes una nueva cifra récord de parados (2.600.000), se encontraba en pleno apogeo de la crisis dinanciera mundial cuando se dio a conocer la cifra astronómica que cobraría Goodwin cada año. El Gobierno, que en un principio fue el que ofreció esa cifra al banquero, trató de convencerle de que debía reducirla, aunque él se negó en todo momento diciendo que el mismísimo ministro de Economía, Alistair Darling, le había hecho esa propuesta y se había mostrado en todo momento de acuerdo. El 90% de los accionistas del banco votaron en contra de esa pensión.

Goodwin es una muestra más de cómo esta crisis está dejando irse de rositas a la mayoría de los que han ayudado a provocarla.