Este artículo se publicó hace 15 años.
El ex edil de Urbanismo de Palma culpa a las drogas de sus excesos
El fiscal pide cinco años de cárcel para él por gastar 50.804 euros del erario público
El ex concejal de urbanismo del Ayuntamiento de Palma Javier Rodrigo de Santos aseguró ayer que el dinero que malversó del municipio iba destinado a la compra de droga. "Yo soy adicto a la droga, no al sexo", se defendió el también teniente de alcalde durante la legislatura pasada, cuando se presentó como una víctima y un enfermo por su dependencia a la cocaína.
El conservador llegó a desembolsar 50.804 euros entre 2005 y 2007, los tres últimos de la hegemonía del PP en Balears, en clubes de alterne gay, casas de masajes y restaurantes con la visa de una empresa municipal de Obras. El fiscal Joan Carrau pide para él cinco años de cárcel y nueve de inhabilitación.
Utilizó la tarjeta del Ayuntamiento en clubes de alterne gay y restaurantes
Durante la primera jornada del juicio contra De Santos, en la Audiencia Provincial de Palma, el ex edil aseguró que "se ha querido dar una imagen falsa" de él y que acudía a Casa Alfredo, un conocido club de alterne gay de Palma en el cual, según el fiscal, se dejó más de 28.000 euros del erario público porque sólo en ese lugar podía conseguir "la intimidad" que un cargo público necesita cuando quiere proveerse de droga. Aún así, De Santos no pudo negar que en el local "se practicaba sexo".
Cualquier tarjeta"En ocasiones estaba tan mal que le daba mi cartera entera y no sabía qué tarjeta usaban", indicó. Una situación, según el ex edil, que se inició en 2002, cuando conoció al propietario de Casa Alfredo y le ofreció un gramo de cocaína y compañía durante una hora por 70 euros, porque la droga, dijo, "produce necesidades sexuales".
El propietario del local niega vender drogas y dice que De Santos quería sexo
Cuando le llegó el turno, el propietario del establecimiento, Alfredo Gómez, negó que el ex concejal pagara por droga, porque su consumo está prohibido en el local. Aseguró que lo hacía por sexo. Un policía declaró también afirmó que los propietarios les transmitieron que los gastos correspondían a "orgías sexuales y fiestas de prostitución".
De Santos dijo que no se dio cuenta de su problema hasta que fue "tarde" y se mostró arrepentido. Reconoció que ahora, que sigue un tratamiento de desintoxicación, ve que para actuar como lo hizo "hay que ser muy torpe o estar bastante mal". Por eso en 2006 anunció su retirada de la política: "No dormía y tenía depresión".
Doce horasDecidió también comunicar su adicción a la familia después de pasar 12 horas seguidas en Casa Alfredo. "No sé cómo estoy vivo", se asombró. El fiscal no se creyó tal arrepentimiento y le preguntó por qué no había reintegrado el dinero malversado antes de la querella judicial y no después.
De Santos dijo que tuvo que hablarlo con sus allegados y que siempre se mostró dispuesto a declarar en el juzgado, aunque al principio se negó a hacerlo ante la policía por estar bajo los efectos de la droga, dos días después de una visita a Casa Alfredo.
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