Este artículo se publicó hace 15 años.
Un ex militar de elite fue quien filtró datos sobre dietas de los diputados
Un ex militar de las fuerzas especiales británicas SAS fue quien filtró la información sobre reclamaciones de dietas de los parlamentarios que en los últimos días ha causado varias dimisiones, según reveló hoy el diario que difundió el escándalo, "The Daily Telegraph".
Tras publicar durante 16 días consecutivos datos sobre las abusivas reclamaciones económicas de los diputados, el periódico puso hoy la guinda al difundir una entrevista con su fuente, John Wick, que actualmente dirige una empresa de servicios secretos especializada en negociar la liberación de rehenes.
En la entrevista, divulgada también a través de "Telegraph TV", Wick dice que su intención al filtrar la información -que, según otras informaciones periodísticas, vendió por una alta suma- era exponer el sistema "hasta su podrido fondo".
El ex militar, que en los años 70 lideró una unidad antiterrorista, afirma que siempre fue consciente de los riesgos de pasar la información, pero aun así decidió hacerlo, porque, asegura, se sentía frustrado por los intentos del Parlamento hasta ese momento de ocultarla.
"Hemos llegado a un punto en la sociedad en el que ellos quieren saberlo todo de nosotros; creo que nosotros también tenemos derecho a saber sobre ellos", declara.
El periódico afirma al revelar la identidad de su proveedor que muchos en Westminster (sede del Parlamento) se sorprenderán al saber que se trataba de "un respetable ex militar que recibió instrucción en (la elitista academia de) Sandhurst y sirvió en el regimiento de Paracaidistas".
Sin embargo, Wick, en cuya empresa de seguridad -International Security Solutions Limited-, ha contado como asesores con antiguos comandantes de la Policía, insiste en que no se arrepiente de sus actos y espera que sus revelaciones conduzcan a una mejora del Parlamento.
"El Parlamento será un lugar mejor, la sociedad será un lugar mejor. A veces hay que marcar una línea, y el público lo ha hecho, eso es bueno", afirma el ex soldado, quien se confiesa votante del Partido Conservador.
Las revelaciones de las abusivas reclamaciones a costa del erario público, a veces para lujos o para las cosas más nimias, ha causado un escándalo en este país y motivado varias dimisiones en todos los partidos, la más destacada la del presidente de la Cámara de los Comunes o "Speaker", Michael Martin, a quien las formaciones acusaron de haber intentado ocultar la información.
"Esto era un escándalo de todo el espectro político, y el comportamiento de algunos conservadores fue tan reprensible como el de sus colegas laboristas", afirma Wick, quien confiesa tener amigos en las altas esferas del partido de David Cameron.
Pese a dar a conocer al intermediario, el "Telegraph" no ha revelado si efectivamente pagó dinero por la información ni quién fue la fuente original que extrajo los datos confidenciales de la Cámara de los Comunes.
El 18 de mayo, "The Guardian" publicó que el responsable de filtrar los documentos (Wick) trató de venderlos a otros periódicos antes de acudir finalmente al "Telegraph", entre ellos "The Times" y "The Sun", que los rechazaron por considerar excesivas sus demandas.
Según el periódico, el ex militar, presuntamente ayudado por el norteamericano Henry Gewanter, director ejecutivo de una empresa de relaciones públicas llamada "Positive Profile"- pidió 300.000 libras -250.000 por los documentos, 50.000 por su análisis-, además de garantía de indemnidad legal ilimitada.
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