Un ex congresista colombiano que escapó con su guardián de las FARC después de permanecer ocho años secuestrado reveló que para evitar la locura y la soledad sembró palos en medio de la selva, los bautizó y les dictó clases imaginando que estaba en una universidad.

El ex parlamentario Oscar Tulio Lizcano, quien el domingo se encontró con una patrulla del Ejército en una zona selvática del departamento del Chocó después de tres días de huida con el rebelde desertor conocido como Isaza, dijo que en su prolongado cautiverio casi nunca habló con otra persona porque no se lo permitían.

"Muy duro, la soledad es terrible porque a ellos les tenían prohibido hablar conmigo. Yo manejaba varias alternativas para romper esa soledad", dijo el político de 63 años en una entrevista con la emisora Caracol.

"Había momentos en que sembraba palos y con una hoja de cuaderno les ponía el nombre de una persona y empezaba a dictarles las clases dos o tres horas diarias. Me imaginaba que estaba en un salón de clases, eso fue una manera de entretenerme, también escribía una que otra poesía y leía uno que otro libro que me llegaba", recordó.

Lizcano, secuestrado en agosto de 2000 por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, era el político que más tiempo llevaba en poder de la guerrilla.

"Con ellos (los palos) montaba un diálogo y programaba muy seriamente la materia que les iba a dictar, así estuve mucho tiempo, eso me ayudó mucho, fue como terapia", afirmó.

Las FARC, que según varios analistas ha sufrido una nueva derrota política y militar por parte del presidente Álvaro Uribe, aún mantiene en su poder a 28 personas que busca intercambiar por miles de combatientes presos.

MUERTE O SALVACIÓN

En julio el Ejército rescató a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y 11 efectivos de las Fuerzas Armadas cuando un comando militar engañó a la guerrilla haciéndose pasar por una misión humanitaria.

Uribe, con el apoyo de Estados Unidos, mantiene una ofensiva militar contra la guerrilla, a la que ha obligado a replegarse a apartadas zonas selváticas y montañosas. En esa ofensiva han muerto influyentes comandantes como Raúl Reyes, mientras que miles de combatientes han desertado.

Lizcano dijo que el guerrillero que tomó la decisión de sacarle de la selva se conmovió por su delicado estado de salud y ante el temor de que muriera le dijo: "Viejo, lo voy a sacar".

"No tenía más alternativa, o moría o me salvaba. Ahora o nunca", recordó el político, quien permanece internado en una clínica de la ciudad de Cali.

El ex congresista aseguró que un guerrillero que intentó ayudarle a escapar previamente fue descubierto y fusilado.

El presidente de Colombia anunció la libertad condicional, el pago de una recompensa y la posibilidad de que Isaza fije su residencia en Francia en virtud de una oferta que incluye beneficios a los integrantes de la guerrilla que deserten y entreguen a los rehenes que mantienen en la selva.

La oficina del presidente Nicolas Sarkozy indicó el lunes que están estudiando la situación del guerrillero para ver si le ofrecen asilo.

Lizcano dijo que soportó condiciones infrahumanas en la selva y que en ocho ocasiones enfermó de paludismo sin recibir atención médica.

"Aguantamos mucha hambre y teníamos que alimentarnos con cogollo de palma o cañahuate y yo me sentía muy débil", aseguró.

También reveló que por la presión militar la guerrilla no recibe abastecimientos de víveres desde hace más de cuatro meses, por lo que su alimentación se limitó a agua con sal durante varias jornadas para soportar el hambre.

El político aseguró que la solución al conflicto interno y a la situación de rehenes es el diálogo, y se opuso a un rescate militar.

"Es una locura, eso si no tenga la menor duda, cometer ese inmenso error, hay no hay nada, ahí nos fusilan. Ellos permanentemente me lo advertían".