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Los excesos sexuales de Jaime Lannister y otras polémicas de la cuarta temporada de 'Juego de tronos'

MARÍA JOSÉ ARIAS

La serie nacida de los libros de George R.R. Martin es una de las más seguidas, descargadas y veneradas de los últimos tiempos. Podría decirse que desde Perdidos no se había visto un fenómeno similar en cuanto a ficciones televisivas se refiere. Juego de tronos puede presumir de muchas cosas y una de ellas es la fidelidad, entrega y pasión de sus seguidores. Esos que se cuentan por millones y que tan activos son, tanto para lo bueno como lo malo, en las redes sociales. Los hay de dos tipos: los que han leído las novelas y los que no.

Los primeros suelen ser los más críticos a la hora de avivar la polémica sobre esas escenas de la serie que no se corresponden con ningún pasaje de los libros o que modifican sustancialmente el sentido de alguno de ellos empeñados, en muchos casos, en que la adaptación no implica cambios. Porque, siendo realistas, la mayoría de las polémicas y quejas que vierten los espectadores de Juego de tronos sobre el desarrollo de la serie tiene que ver con su parecido o no al texto original.

Nota: A partir de aquí el texto contiene spoilers para quienes no hayan visto la cuarta temporada.

Finalizada la cuarta temporada de Juego de tronos y con varias polémicas (como era de esperar) a sus espaldas, la serie de HBO tocó el pasado lunes a su fin en España con una escena que se ha quedado grabada en el imaginario colectivo como la más polémica ya no sólo de esta temporada, sino de todas las anteriores. Hay que remontarse a la emisión del tercer capítulo, el titulado Breakers of Chain, para dar con la secuencia que más ampollas ha levantado. Esa en la que, a los pies del altar donde reposa el cuerpo inerte de Joffrey Baratheon (Jack Gleeson), su verdadero padre y también tío Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau) irrumpe en el velatorio y, a la fuerza, mantiene relaciones con su amante y hermana, Cersei (Lena Headey).

Quienes han leído los libros saben que aunque sí hubo sexo en ese pasaje del libro, éste fue consensuado y no forzado, como en el caso de la serie. Las reacciones no se hicieron esperar y estas fueron tan airadas y críticas que hasta el propio Martin tuvo que terciar en la polémica. El escritor señaló que no había hablado en ningún momento con David Benioff y Daniel B. Weiss, los showrunners de la serie, y que escribió 'esa escena desde el punto de vista de Jaime, así que el lector se encuentra dentro de su cabeza, oyendo sus pensamientos. En una serie, la cámara es forzosamente externa: uno no sabe lo se piensa o siente, sólo lo que se dice y se hace. Escribí ese momento para que fuera inquietante, pero siento mucho que haya resultado inquietante por las razones equivocadas'.

Si bien esta ha sido la polémica más encendida de la temporada que acaba de cerrarse, lo cierto es que no ha sido la única licencia creativa que David Benioff y Daniel B. Weiss se han tomado y que no ha gustado en exceso. Por suerte para ellos hace tiempo que ambos decidieron mantenerse al margen de los comentarios de los seguidores para no dejarse influenciar por ellos y sus críticas. Justo un capítulo después del mencionado anteriormente, en el cuarto, la controversia volvió a estallar por el giro dado a la trama de los Caminantes Blancos.

En varios momentos se vio como la saga de los Craster ofrecía sus bebés varones a estos seres fríos y espectrales. ¿Qué hacían con ellos? ¿Se los comían? ¿Los mataban sin más? Pues, según la serie (que no los libros y de ahí las críticas) parece que lo que hacen con los retoños es convertirlos en uno de ellos con sólo tocarles la mejilla. Es posar un Caminante Blanco su dedo sobre el rostro del pequeño y este pasa inmediatamente a ser uno más del grupo, con sus ojos azules y vidriosos incluidos. Inquietante, pero nada que ver con lo que se cuenta, o no, en la obra de Martin.

Otra de los temas vistos en esta cuarta temporada y que tampoco ha convencido a los fans más ruidosos es el hecho de que Bran Stark (Isaac Hempstead Wright) y sus compañeros de peregrinaje se dejasen caer por el Torreón de Craster. La razón del descontento, una vez más, que esto no aparecía en los libros y no aportaba, supuestamente, nada a la trama.

Sin embargo, no todas las polémicas vienen de quiénes han leído los libros. Otras, aunque menos sonoras, proceden de ambos tipos de espectadores. Como el hecho de que haya personajes que cambien de actor que les interpreta de una temporada a otra (por suerte suelen ser secundarios sin casi protagonismo) o, por ejemplo, la muerte de Joffrey, que podría haber sido más retorcida que la simple ingesta de un veneno. Algo que sabían de antemano los lectores, pero no los exclusivamente espectadores.

En el capítulo de polémicas locales, la emisión de la cuarta temporada de Juego de tronos arrancó con la queja manifestada a través de las redes sociales de muchos seguidores del hecho de que Canal + Series emitiese los capítulos en VOS y no doblados al castellano como se había hecho con la tercera. La razón es tan sencilla como que si se quieren ver los episodios sólo un día después de su emisión en Estados Unidos hay que acostumbrarse a leer subtítulos o tener un buen nivel de inglés. A las cadenas les resulta imposible doblar los capítulos trabajando con márgenes de tiempo tan escasos y a los espectadores no les queda más remedio que elegir entre las voces originales para calmar sus ansias de ver el capítulo cuanto antes o aplacarlas y esperar unos días a la versión doblada. Si en la tercera temporada se pudo hacer fue porque la diferencia entre la emisión aquí y al otro lado del charco contó con varios días de diferencia.

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