Una bajada del IVA en algunos productos puede ser una buena medida para paliar la crisis, según afirman diferentes expertos consultados por Efe, una decisión que supondría una merma importantísima de ingresos para el Estado y que además necesita el beneplácito de la Unión Europea (UE).

En España hay un tipo de IVA general del 16 por ciento, uno reducido del 7 por ciento y un tipo súper reducido del 4 por ciento que se aplica a productos de consumo básico como el pan, las harinas, los cereales, la leche, los quesos, los huevos, las frutas, las verduras, las hortalizas, las legumbres o los tubérculos.

El tipo de IVA estándar en la UE oscila entre el 15 por ciento en Chipre y Luxemburgo y el 25 por ciento en Dinamarca, aunque la mayoría de países tiene tipos reducidos para una serie restringida de bienes y servicios.

Francia reclama desde hace años que se le permita un IVA reducido a los servicios de restauración, pero Alemania y otros Estados miembros lo rechazan, con el argumento de que no tiene sentido introducir tantas excepciones a un impuesto común.

En diciembre, los líderes de los Veintisiete encargaron a los ministros de Finanzas (Ecofin) que adopten una decisión al respecto como tarde en marzo.

El Gobierno español es favorable a alguna modificación, como lo prueba el hecho de que en el programa electoral del PSOE se propusiera dejar exento o reducir el tipo del IVA para pañales y productos infantiles similares.

Fuentes del Ejecutivo señalaron a Efe que su posición siempre ha sido debatir en el contexto europeo las posibles incorporaciones, ya que se necesita la unanimidad para modificar la directiva europea del IVA.

El presidente del Registro Económico de Asesores Fiscales (REAF), Jesús Sanmartín, afirmó a Efe que la rebaja del IVA en algunos productos puede ser una buena solución para fomentar el consumo y paliar la crisis.

Sin embargo, destacó que los Estados suelen argumentar que esa rebaja significaría una importante merma de ingresos que iría en perjuicio de la actividad económica.

Por otra parte, el mes pasado el Parlament de Catalunya aprobó por unanimidad una propuesta de CiU para reducir el IVA en algunos servicios y bienes de consumo, como la rehabilitación de viviendas, los libros, los pañales para bebés y la ropa infantil.

El diputado de CiU Jordi Turull señaló a Efe que en la propuesta original presentada por su grupo figuraba también reducir los tipos de IVA en cuestiones que afectan mucho más a la economía familiar, como es la luz, el gas y la calefacción urbana, petición que no prosperó.

Según Turull, el paquete completo sobre el IVA presentado por CiU significaría para el Estado una reducción en sus ingresos de 1.600 millones de euros, "una cifra muy inferior a los 6.000 millones que ha costado la desgravación de 400 euros".

El portavoz de la organización de consumidores FACUA, Rubén Sánchez, abogó también por una rebaja en los productos más demandados, ya que ello beneficiaría a los ciudadanos en estos momentos de crisis, aunque "no para incentivar el consumo, como quiere el Gobierno, sino para ahorrar".

Sin embargo, Sánchez afirmó a Efe que esa rebaja podría conllevar un elemento negativo como es que algunos sectores subieran sus precios tras la bajada del IVA, con lo que los ciudadanos finalmente no se beneficiarían de ella.

Asimismo, la patronal catalana Pimec ha pedido que la carne y el pescado sean considerados productos alimentarios básicos y que, por tanto, se reduzca la cuota del IVA hasta el 4 por ciento, ya que es "muy necesario" prevenir la posible caída de su consumo.

Curiosamente, varios partidos políticos y asociaciones de ciclistas han reclamado una reducción del IVA en todo lo relativo a las bicicletas, con el objetivo de fomentar su uso y reducir los niveles de contaminación.