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Expertos de revistas médicas prefieren los resultados ostentosos

Reuters

Por Frederik Joelving

El titular "Hombre muerde aperro" no sólo se aplicaría a los periodistas hambrientos deprimicias.

Los expertos que reciben los artículos en las revistasmédicas también tienen una tendencia a aceptar artículos quedemuestran que un tratamiento es mejor que otro, tanto que quizásmodifique la atención.

Ante artículos similares "fabricados" para comparar dostratamientos, los revisores de un par de revistas líderesespecializadas en ortopedia recomendaron publicar los resultadosen el 97 por ciento de los casos cuando existía una diferenciaentre los tratamientos, pero sólo en el 80 por ciento de loscasos cuando no existía esa diferencia.

"Los estudios sin diferencias terapéuticas modifican lapráctica clínica tanto como los estudios que revelan esasdiferencias, pero no son tan 'sexy'", dijo Seth Leopold, de laUniversity of Washington en Seattle, que dirigió el estudio.

"A veces, algo ostentoso, nuevo, es más atractivo paratodos", añadió.

El problema es que los estudios que favorecen un nuevofármaco con respecto de otro anterior hacen que aquella drogaluzca aún mejor de lo que es realmente. Entonces, cuando losmédicos revisan la literatura no obtienen la informacióncompleta.

"La literatura debería ser una representación justa de todoslos estudios de alta calidad disponibles para que un médico puedatomar buenas decisiones terapéuticas", dijo Leopold.

"Más allá de toda duda razonable, nuestros resultadosconfirman que existe un sesgo en la revisión de pares. Esto esclave para la integridad de la literatura médica", agregó.

El equipo de Leopold "fabricó" un par de estudios falsossobre si el uso de antibióticos después de una cirugía podríaprevenir las infecciones. Los artículos eran casi idénticos, perouno demostraba que el tratamiento funcionaba y el otro, que noera efectivo.

Más de 200 revisores habituales de The Journal of Bone andJoint Surgery y de Clinical Orthopaedics and Related Researchrecibieron ambos estudios. Durante la revisión, hicieronrecomendaciones a los editores de las revistas sobre si debían ono publicar los estudios.

Además de la parcialidad por el estudio que había favorecidoal tratamiento, los revisores fueron dos veces más propensos adetectar errores en el otro estudio y tendieron a calificar peorsu calidad, aunque ambos artículos contenían los mismos erroresintencionales y métodos.

Para Leopold, los resultados sugieren que los revisoresbuscaron motivos para respaldar los resultados positivos yrechazar los negativos.

FUENTE: Archives of Internal Medicine, 22 de noviembre del2010

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