Este artículo se publicó hace 14 años.
Fallece el galerista y gran coleccionista suizo Ernst Beyeler
El galerista suizo, gran coleccionista de arte y cofundador de la Feria Internacional de Arte de Basilea (ArtBasel), Ernst Beyeler, murió hoy a los 88 años, informó hoy la fundación que lleva su nombre.
Junto con su esposa Hildy, fallecida en 2008, Beyeler constituyó a lo largo de medio siglo una excepcional colección de obras de arte moderno, que cedió a su fundación, creada en 1982 en Basilea.
Esas piezas pueden ser admiradas en el museo que se abrió en su interior en 1997, uno de los más visitados de Suiza, y que cuenta con 200 obras de 40 artistas, entre los que figuran maestros como Van Gogh, Cézanne, Picasso, Monet, Rousseau, Mondrian, Klee, Matisse, Bacon, Ernst, Dubuffet, Baselitz, Giacometti y Rothko.
Ernst Beyeler fue uno de los cofundadores en 1971 de la Feria ArtBasel, actualmente una de las más prestigiosas en el mercado del arte moderno y contemporáneo y en cuya organización el mecenas participó hasta 1992.
Beyeler, que siguió estudios de economía e historia del arte, empezó su carrera de marchante en 1945 al adquirir una tienda de antigüedades en Basilea, donde organizó su primera exposición dos años después.
Entre 1959 y 1965, el galerista dio un gran salto al comprar 340 obras de la colección Thompson en Pittsburgh (Estados Unidos), dotada de trabajos de Cézanne, Picasso, Klee, Braque, Mondrian y Léger.
En 1966, visitó a Picasso, quien le permitió escoger 26 cuadros, una muestra de las relaciones que el marchante supo entablar con varios artistas y que contribuyó a la riqueza de su colección.
En cuanto a la evolución de su colección, ésta empezó por el impresionismo tardío y el post-impresionismo, con obras de Cézanne, Van Gogh y Monet, hasta llegar al cubismo de Picasso y Braque, y otras corrientes encarnadas por Joan Miró, Mondrian, Kandinsky, Matisse y Klee.
La colección acogió posteriormente el expresionismo americano de Mark Rothko y Barnett Newman, así como obras de Georg Baselitz, Anselm Kiefer y Luciano Fabro, y se completó con 25 esculturas de África, Alaska y Oceanía, con las que la fundación pensó hacer un contrapeso al patrimonio cultural europeo y estadounidense.
En los años 70, Beyeler y su esposa empezaron a retirar algunas obras que admiraban particularmente del circuito comercial para vivir en medio de ellas, formando poco a poco una colección que permaneció desconocida hasta 1989, cuando fue presentada por primera vez en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid.
Actualmente, la colección está constituida principalmente de pinturas y algunas esculturas que forman un conjunto que ofrece al visitante -a través de su restricción y de su concentración sobre una época- un panorama riguroso y profundo de la creación artística en el siglo XX.
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