Este artículo se publicó hace 13 años.
La familia Arcos cree que el imputado miente y pide un juicio con jurado
Rosa Arcos, hermana de la compostelana desaparecida hace quince años, María José Arcos, ha dicho hoy que la libertad provisional del único imputado en el caso "no es un revés" para la familia, que sigue sosteniendo "con toda rotundidad" que R.V. miente, por lo que anunció que pedirán la apertura de un juicio oral con jurado.
La hermana de María José Arcos expresó hoy en una rueda de prensa el "absoluto respeto" por el auto que decretó ayer la libertad provisional del imputado y que le permitió a R.V. abandonar la prisión de Teixeiro (A Coruña), en la que permanecía desde el pasado 8 de abril.
Expresó su derecho a ejercer la "sana crítica" ante esta determinación judicial, de la que dijo no compartir los términos en los que se expresa, pues la familia sostiene que hay indicios que inculpan a R.V.
Rosa Arcos indicó que en la familia estaban "preparados" para la puesta en libertad de R.V., pues han convivido "durante 15 años con esta situación" y que, a pesar de su excarcelación, no se puede olvidar que se mantienen contra él cargos muy graves.
La libertad de R.V, según Arcos, está "dentro del juego" jurídico que emprendieron con la reapertura del caso después de 15 años, pues estaba dentro de las posibilidades, y aseguró que la familia afrontará "con los pies en la tierra" cada una de las decisiones del caso.
Sostuvo además que esta decisión "no mina" la "firme decisión de seguir adelante" y que "rendirse no es una opción" para la familia, pues trabajan con la "convicción" de que hacen "lo correcto".
Insistió además en que la "única víctima es María José", que es la única que necesita protección judicial.
Calificó además como "declaraciones peregrinas" el testimonio que prestó el pasado lunes ante el juez el imputado, que negó su implicación en el caso, ya que la familia entiende que "hay indicios de contradicciones", le que permite "aseverar con toda rotundidad que miente".
La hermana de la desaparecida insistió en que su objetivo es encontrar el cuerpo de su hermana y que, respecto a las resultados de la investigación con el georradar en las propiedades de R.V., la familia tiene toda la "confianza" en que tanto "la tecnología como la teoría están acertadas".
Reconoció el trabajo de la fiscalía, que en el inicio de la reapertura del caso le produjo dudas, y que ahora "ha actuado de manera contundente", por lo que valoró su "cambio de actitud" y dijo que ha demostrado que "ha hecho lo que debía hacer".
R.V., que declaró ante la jueza de instrucción número uno de Ribeira el pasado lunes, negó su participación en el caso y justificó la posesión de los efectos intervenidos en los registros practicados, como una factura por la compra de cal viva y varios grilletes.
María José Arcos, que mantenía una relación con el imputado, tenía 35 años cuando desapareció el 15 de agosto de 1996 sin dejar rastro alguno de su paradero.
Su coche fue encontrado días más tarde frente al faro de Corrubedo, en el municipio coruñés de Ribeira, y en su interior estaba su cartera, con documentación y otras pertenencias personales, aunque no se detectó huella alguna.
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