La familia de "Tirofijo" pide su cadáver, revela el jefe de las Fuerzas Militares de Colombia

La familia de Pedro Antonio Marín, alias "Manuel Marulanda" o "Tirofijo", el fundador de las FARC, "está pidiendo su cadáver", según el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Freddy Padilla de León.

"No sabemos en qué sitio quedó (su cadáver). Lo que sí sabemos es que la familia está suplicando para que se lo entreguen", dijo el alto oficial en una entrevista publicada hoy por el diario bogotano El Tiempo.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) confirmaron este domingo la muerte de "Tirofijo" por medio de un vídeo difundido por el canal venezolano TeleSur en el que habla Rodrigo Londoño Echeverri alias "Timochenko", miembro del "secretariado", máxima jerarquía de esa organización.

"Tirofijo" murió el 26 de marzo pasado, dijo "Timochenko", quien confirmó así la información que antes había brindado el ministro colombiano de Defensa, Juan Manuel Santos.

El líder rebelde, casi octogenario, murió de un ataque al corazón, según la guerrilla.

Sin embargo, según el ministro Santos, en las fechas cercanas a la muerte de "Tirofijo" hubo "tres bombardeos fuertes" en una zona limítrofe entre los departamentos del Meta y el Huila, en el sur del país, donde las fuerzas militares pensaban que estaba el líder de las FARC.

El general Padilla de León dijo en la entrevista que un total de 626 granadas de mortero empleó la artillería del Ejército para atacar los campamentos en los que se piensa que estuvo "Marulanda" desde febrero pasado.

"De este armamento, 189 granadas fueron dirigidas contra 160 objetivos en los que tuvimos información de que se movía 'Marulanda'", señaló el comandante de las Fuerzas Militares colombianas.

Los aviones, por su parte, agregó el oficial, "lanzaron 114 bombas contra 50 objetivos. 20 de los cuales fueron atacados entre el 20 y e 29 de marzo, con 48 bombas".

Según el general Padilla de León, tras esa ofensiva y la muerte de varios de sus líderes, en la filas rebeldes "hay una división y un vacío físico que se suma al problema de comunicación".

Ante ese vacío, el alto militar colombiano se preguntó quién hizo "el guiño" para nombrar a "Alfonso Cano" (Guillermo León Sáenz) en su reemplazo de "Tirofijo como comandante general de las FARC.