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La familia de Videla guarda silencio sobre el destino de sus restos

Todavía no se conoce el resultado de la autopsia del dictador, practicada en Buenos Aires. Los responsables de juzgarlo lamentan que muriera sin revelar todos los detalles de sus crímenes.

EFE / PÚBLICO

Los familiares del dictador Jorge Videla, fallecido el viernes a los 87 años, mantienen en la absoluta reserva cuál será el destino final de los restos del exdictador argentino, que aún permanecían hoy sábado en una morgue de Buenos Aires. El cuerpo de quien gobernara de facto Argentina entre 1976 y 1981 fue trasladado ayer para la realización de una autopsia a la morgue judicial del Cuerpo Médico Forense de Buenos Aires, han informado los medios locales.

Videla fue hallado muerto en la mañana local del viernes en una cárcel de la localidad bonaerense de Marcos Paz, donde purgaba condenas de prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983). El Servicio Penitenciario Federal informó en un comunicado de que Videla fue encontrado en su celda sin pulso ni reacción pupilar, por lo que se le realizó un electrocardiograma para constatar su muerte.

Un juez de la localidad bonaerense de Morón dispuso la realización de una autopsia al cadáver, cuyo resultado no ha sido aún difundido públicamente. Mientras tanto, los familiares de Videla no se han pronunciado sobre la muerte del exmilitar y mantienen en absoluta reserva cuándo y dónde serán sepultados los restos del exdictador. Lo que sí se ha confirmado es que Videla no recibirá ningún honor militar en su funeral, según una decisión del Ministerio de Defensa argentino. Portavoces del Estado Mayor General del Ejército argentino explicaron que ello se debe a que 'Videla fue destituido del Ejército' y a que, además, está vigente desde 2009 una resolución de la entonces ministra de Defensa, Nilda Garré, que prohíbe dar honras en los funerales a miembros de las Fuerzas Armadas involucrados en causas relacionadas con violaciones a los derechos humanos.

La noticia de la muerte del dictador ha causado gran impacto en la sociedad política argentina, que al unísono renovó su condena hacia el régimen dictatorial, y hoy es centro de todas las portadas de la prensa local. También hoy han aparecido cerca de una veintena de esquelas dando cuenta de la muerte de Videla, a quien recuerdan como alguien 'injustamente' encarcelado y que lideró la 'guerra' contra la subversión.

Varios de los 18 mensajes, publicados en el diario La Nación de Buenos Aires, están firmados por exmilitares, pero ninguno por su familia. En ellos, los firmantes despiden 'con profunda tristeza al general Videla, injustamente privado de su libertad, pidiendo a Dios recompense a él y su familia por los sufrimientos padecidos'. En otra esquela se afirma que Videla 'comandó la guerra interna revolucionaria contra el terrorismo subversivo apátrida' y 'murió en injusto cautiverio'. 'Si alguno quiere llorar, lo puede hacer, pero tiene que saber que no llora a una buena persona, llora a un hombre que torturó, mató y violó la Constitución', afirmó el viernes la titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carloto, en una rueda de prensa junto a representares de otros organismos humanitarios que luchan por llevar a los represores ante los tribunales.

Videla, procesado en varias causas por delitos de lesa humanidad, se negó el martes pasado a declarar en un juicio por aquéllos cometidos en el marco del denominado Plan Cóndor de coordinación de las dictaduras del Cono Sur americano, en el que aparecía como uno de los principales imputados. El fiscal de este caso, Pablo Ouviña, ha dicho hoy sábado que las entrevistas concedidas a la prensa por el exmilitar serán tomadas en cuenta para este juicio, aunque aclaró que no tendrán el mismo peso que una declaración indagatoria. 'Ya no tenemos capacidad para seguir juzgándolo (...) Lo que se ha muerto con Videla es un poquito de esperanza. Por todas las cosas que no dijo y que pudo haber dicho. Mi esperanza era que en algún momento lo hiciese', sostuvo el fiscal en declaraciones a Radio América.

Por su parte, León Arslanian, quien formó parte del tribunal que enjuició a la Junta Militar en 1985, lamentó hoy que Videla haya muerto sin revelar detalles de las operaciones militares que causaron la desaparición de 30.000 personas durante la dictadura (1976-1983). 'Se llevó a la tumba secretos sobre cada una de las operaciones y el destino de las personas desaparecidas', dijo Arslanian en declaraciones a radio Mitre, de Buenos Aires

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