La FAO lanza una "alerta especial" sobre la inseguridad alimentaria en Siria

La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) lanzó hoy una "alerta especial" sobre la inseguridad alimentaria en Siria, que se calcula que afecta a cerca de 1,4 millones de personas, debido al conflicto que vive el país.

La FAO lanzó esta advertencia a través de su Sistema Mundial de Información y Alerta (SMIA) sobre la agricultura y la alimentación, que supervisa la situación alimentaria en el planeta y advierte de forma anticipada sobre las crisis que pueden producirse en ese ámbito, según informa esta agencia de la ONU en un comunicado.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA), que, junto a la FAO, suministra ayuda y bonos de alimentos a unas 100.000 personas en Siria, calcula que cerca de 1,4 millones de personas padecen los efectos de la inseguridad alimentaria en el país desde el comienzo de las revueltas en determinados lugares como Homs, Hama, Damasco, Daraa e Idleb.

"Cada día es más difícil encontrar alimentos, agua y combustible en diversas áreas y la situación afecta también a los criadores de ganado, que tienen una movilidad menor para sus rebaños y un acceso limitado a medicamentos veterinarios y otros suministros", explica la FAO en la nota.

"Cerca de 300.000 pequeños campesinos y ganaderos de las provincias nororientales del país, que han sufrido ya las consecuencias de cuatro temporadas consecutivas de sequía, se ven también afectados por la pérdida de oportunidades para trabajar como jornaleros temporales en otras zonas del país", añade.

Según datos de la Oficina central de Estadística de Siria, los precios aumentaron en cerca de un 15 por ciento entre junio y diciembre de 2011, "empujados principalmente por los fuertes incrementos de los precios de los alimentos y la escasez de combustible, que afectan a los costes de transporte", explica la FAO.

A ello se suma el hecho de que la producción de cereales en Siria cayó en 2011 casi un 10 por ciento, debido a las lluvias tardías e irregulares, y la previsión para la cosecha de 2012 es, según la agencia de la ONU, aún "incierta" por "los posibles trastornos para las actividades agrícolas y el acceso limitado a los insumos provocados por la situación de inseguridad".