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Fármacos para enfermedad inflamatoria intestinal no causarían malformaciones congénitas

Reuters

Por Rob Goodier

En un estudio diseñado paraevaluar la seguridad del uso de fármacos inmunomoduladores ybiológicos para tratar la enfermedad intestinal inflamatoria(EII) durante el embarazo, los medicamentos demostraron tenerpocos efectos adversos.

"El mayor riesgo en el embarazo sigue siendo la actividad dela EII", señaló la doctora Uma Mahadevan, gastroenteróloga de laUniversity of California, en San Francisco.

Mahadevan acaba de presentar los resultados en la Semana dela Enfermedad Digestiva, en San Diego, California.

Su consejo para los médicos sería: "Las mujeres con EII, aunen remisión, deberían ser consideradas pacientes obstétricas dealto riesgo. Idealmente, la enfermedad debería entrar enremisión durante el embarazo".

Con su equipo reunió a 1.115 embarazadas con EII atendidasen 30 centros médicos de Estados Unidos. Quiso estudiar losefectos de la azatioprina, la 6-mercaptopurina (6-MP) o losfactores de necrosis antitumoral en las mujeres y sus bebés.

El equipo las dividió en cuatro categorías: 306 pacientesque no tomaron esos fármacos durante el estudio (pero síutilizaban mesalamina, esteroides y antibióticos); 204 pacientesque tomaron 6-MP y azatioprina; 291 pacientes tratadas con losfactores de necrosis antitumoral infliximab, adalimumab ycertolizumab; y 75 tratadas con inmunomoduladores y biológicos.

En total, 896 mujeres llegaron a término con el embarazo.Tras considerar los efectos de la EII, no se registró un aumentode los abortos espontáneos, las malformaciones congénitas o lainternación del bebé en la unidad de terapia intensiva neonatal(UTIN).

Tampoco se registraron diferencias significativas en laaltura, el peso y el desarrollo de los bebés a los cuatro, nuevey 12 meses de edad.

Pero el equipo detectó un aumento significativo de losabortos espontáneos y las cesáreas en el grupo tratado con losfactores de necrosis antitumoral, además de un aumento de lospartos prematuros en las pacientes tratadas con esos fármacos ylos biológicos.

Al analizar según la patología, las pacientes con enfermedadde Crohn no sufrieron un aumento de los efectos adversosfarmacológicos, pero los bebés de las mujeres con colitisulcerosa tratadas con ambas clases de fármacos registraron máscomplicaciones, como el parto prematuro, el bajo peso al nacer yla internación en la UTIN.

No se observó un aumento generalizado de las infeccionesinfantiles, pero al eliminar el certolizumab del grupo defactores de necrosis antitumoral y de la combinación de esosfármacos con los biológicos, las infecciones aumentaron en elprimer año de vida en los bebés de las mujeres tratadas con lacombinación de medicamentos.

En la última década aparecieron varios fármacos para tratarla EII y aún no se conoce su seguridad en el embarazo, señaló eldoctor Jerrold Turner, de la University of Chicago, que moderóla conferencia de prensa durante la reunión.

"Será clave comprender los perfiles de toxicidad de losmedicamentos a lo largo de la vida de los pacientes", dijo.

Mahadevan recomendó que los médicos sigan utilizandoazatioprina y los biológicos en las embarazadas de bajo riesgo ydurante la lactancia.

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