Este artículo se publicó hace 15 años.
La fascinación europea por Oriente, a través de más de dos mil años
Un gran idiograma chino, que significa "entrada", da la bienvenida a los visitantes a la gran exposición "Fascinados por Oriente", en la que el Museo Nacional de Artes Decorativas analiza las relaciones culturales entre Extremo Oriente y Europa.
Comisariada por el equipo técnico del museo, que durante dos años ha trabajo en este proyecto, la muestra estudia estas relaciones desde el punto de vista occidental, incidiendo en la gran influencia y seducción que Oriente ha ejercido en campos variados, como la ciencia o las artes y que hoy en día sigue ejerciendo.
"La exposición va más allá de ser una muestra temporal. Pretende ser lo que queremos sea el museo en el futuro. Está pensada como un todo", ha señalado a Efe la subdirectora del museo Sofía Rodríguez Bernis.
Y con este objetivo, el proyecto se ha concebido tras dar voz al público a través de una evaluación previa del tema, del contenido y del diseño de la exposición.
"Fascinados por Oriente" es la primera de las exposiciones experimentales cuya intención es dar a conocer los fondos ocultos del museo, revalorar sus colecciones y mostrar su riqueza y demostrar que pueden ser objeto de una mirada nueva, diferente y moderna.
Más de trescientas piezas, de las cuales un ochenta por ciento pertenecen a las colecciones orientales del museo, forman un recorrido en el que se pueden contemplar objetos de porcelana, marfil, mobiliario, tejidos, pinturas, estampas o libros como el "Libro de Maravillas" de Marco Polo con anotaciones de Cristóbal Colón, una copa de cuerno de rinoceronte, el cargamento del barco chino Vung Tau, la pintura "María la guapa" de Sorolla o tejidos de Fortuny.
La muestra se ha dividido en cinco grandes áreas que ocupan la planta baja y la planta primera, iniciándose con "Oriente ¿mito o realidad?", espacio en el que se estudian las principales claves de la formación del mito del misterio y la fascinación que ha ejercido oriente desde hace más de dos mil años de relaciones entre ambos mundos.
Aguadas del proceso de elaboración del té o la seda, libros, el misterio de las porcelanas, especies, ilustran el espacio "Oriente es... maravillas". Esas maravillas hacia las que viajaron desde Alejandro a Marco Polo y las vías comerciales que se organizaron para poder traerlas, como la Ruta de la Seda o la Ruta de las Especias. Por estas rutas llegaron también la brújula o la pólvora.
En este recorrido, en el que el equipo técnico ha querido que las piezas sean las que cuenten un relato que forma parte de nuestra realidad, se da también una idea de los bárbaros, con sus instrumentos de guerra, y recrea una tienda china, con las mercancías que se vendían en ella.
"Oriente es... exótico" exhibe los tesoros del Vang Tau y los recuperados del San Diego junto a otras piezas que ilustran el establecimiento de las rutas marítimas a finales del siglo XV. "Al principio las mercancías de Oriente eran importaciones exóticas, valoradas en las cortes europeas por su rareza, pero con el tiempo se adaptaron a los gustos europeos dando lugar a un exotismo por encargo".
Esta adaptación se refleja también en los muebles, los objetos religiosos y en la moda, así como en las relaciones diplomáticas y el intercambio de regalos exóticos.
El cuarto gran espacio, "Oriente es... ciencia y lujo" muestra como a las miradas anteriores se añade la perspectiva científica. La mirada científica, racionalista y enciclopédica se plasma en instituciones que quieren clasificar las diferentes realidades, incluidas las orientales, como la Real Casa de Fieras, el Real Gabinete de Historia Natural o el Jardín Botánico.
Además, la nueva mirada burguesa se traduce en espacios decoradas con un lujo oriental, tanto los rincones femeninos con sus tocadores, como las salas de fumar masculinas. El toque oriental también se aprecia en la indumentaria, en las sombrillas, los guantes, los abanicos, los mantones, o en el teatro.
"Oriente es... moderno" muestra la influencia del arte japonés en el proceso de renovación del arte occidental a finales del siglo XIX. Impresionismo, Modernismo o Vanguardias buscaron en el arte de otras culturas su inspiración.
"El arte japonés contribuyó poderosamente a renovar el arte europeo", en opinión de la subdirectora del museo que, junto con el equipo que ha montado la exposición, ha dedicado un último espacio a mostrar, a través de audiovisuales, como Oriente está entre nosotros.
El diseño, el cine, los dibujos animados, los comics, los juegos digitales, muestran como "oriente sigue siendo determinante en la cultura occidental".
Mila Trenas
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