El presidente del grupo FCC, Baldomero Falcones, aseguró hoy que la compañía mantiene sus previsiones de crecimiento para 2009 -del 3 por ciento para los ingresos y del 4 por ciento para el beneficio ordinario-, si bien reconoció que se trata de un objetivo "tenso y difícil de cumplir".

En la rueda de prensa previa a la junta general de accionistas, Falcones explicó que el primer trimestre del año (en el que FCC redujo sus ganancias más del 60 por ciento) ha sido "muy duro", a pesar de lo cual la evolución de la compañía está en línea con el presupuesto para este ejercicio, según el cual los resultados mejorarán a partir del segundo semestre.

Mantenerse dentro de lo presupuestado está siendo posible por el "adelgazamiento organizativo" que FCC viene realizando a través de un ahorro de costes que no incluye reducciones de personal, aunque entre 2008 y 2009 la plantilla corporativa se ha recortado un 12 por ciento como consecuencia de la restricción de nuevas incorporaciones y la aceleración de las jubilaciones.

En lo que respecta a la situación financiera del grupo, Falcones se mostró tranquilo porque los vencimientos de deuda previstos para este ejercicio son líneas de crédito que espera poder renovar, además de contar con más de 400 millones de liquidez procedentes del préstamo sindicado suscrito hace un mes con varias entidades de crédito.

No obstante, en lo que se refiere a nuevas inversiones, FCC ha adoptado una postura "muy cauta" dadas las circunstancias económicas, a pesar de lo cual está valorando una decena de proyectos tanto en España como en el exterior relacionados con la reutilización de residuos para producir energía.

De la misma manera, FCC está dispuesta a estudiar ofertas por alguno de sus activos, aunque Falcones subrayó que ninguna empresa ni activo relacionado con las actividades estratégicas del grupo están actualmente en venta.

Entre esas actividades está el cemento, cuya demanda se ha desplomado en los últimos meses lastrando los resultados del grupo, a pesar de lo cual FCC lo considera un negocio clave en el que piensa mantenerse.

Lo mismo ocurre con Globalvía, filial de infraestructuras que constituyó a medias con Caja Madrid en 2007, cuya rentabilidad se espera que aflore en el medio plazo, dado que su negocio está enfocado al desarrollo y explotación de nuevas infraestructuras en lugar de a la adquisición de concesiones que ya están en marcha.

En este sentido, Falcones se mostró convencido de que en España las licitaciones de obra pública se van a acelerar y recuperar "con creces" en los próximos meses, de acuerdo con lo anunciado por el Ministerio de Fomento y a pesar de la caída de alrededor del 70 por ciento registrada hasta abril.

"Fomento tiene un plan bien concebido no sólo para aumentar las licitaciones, sino también para acelerar el desarrollo de las obras ya adjudicadas", afirmó el presidente de FCC, que explicó que las constructoras trabajan con el departamento de José Blanco en las fórmulas financieras que permitirían llevar a la práctica dicho plan.

En este sentido, apostó por la colaboración público-privada para que las obras se pongan en marcha con el dinero de las empresas, aunque reclamó avales estatales para que las constructoras puedan conseguir la financiación necesaria para llevar a cabo los proyectos.