El ex presidente Felipe González ha asegurado hoy que José Luis Rodríguez Zapatero "puede y debe acabar la legislatura" y ha defendido que, en estos momentos, la "gran fortaleza" de su Gobierno reside en su voluntad "de llevar adelante un paquete de reformas", frente al "vacío" que representa el PP.

En unas declaraciones realizadas antes de participar en un encuentro de la UIMP sobre el papel del periodismo en la Transición, González ha animado al presidente "a darle la razón a la teoría que en el PP encarnaba Aznar de que las legislaturas están para agotarlas", frente a la demanda de elecciones planteada por el líder popular, Mariano Rajoy, en el debate sobre el estado de la nación.

"Puede y debe acabar la legislatura", ha recalcado González, que no cree que exista en el país una "mayoría social amplia" que reclame la convocatoria de elecciones anticipadas, sino que "lo que la gente quiere es que se resuelvan sus problemas".

Además, ha opinado que quienes solicitan que se ponga ya fin a la legislatura representan "el vacío" y que su propuesta se basa en un "quítate tú para ponerme yo". "No es razón suficiente", ha añadido.

Felipe González ha reconocido que Rodríguez Zapatero "ha perdido más bases de apoyo en el terreno personal que el líder de la oposición", pero también sostiene que al Gobierno le "fortalece su voluntad de tener un programa claro de reformas".

Preguntado por aspectos concretos de las reformas propuestas por el Ejecutivo, como la laboral, ha opinado que "hay que hacer cosas sustanciales" y que debería establecerse "un contrato indefinido, sin demasiada literatura, claro y único".

También ha recomendado que se tenga en cuenta la estructura productiva del país "para evitar cometer errores", por lo que se ha mostrado de acuerdo con penalizar la temporalidad cuando responde a un "fraude de ley", pero no con penalizar la temporalidad sin más, "porque hay una estructura productiva ligada a la temporalidad".

"El sector turístico es temporal o no es nada. Y parece que tiene interés para España", ha argumentado.

Respecto al retraso de la edad de jubilación, el ex presidente ha subrayado que ésta es la peor crisis desde la de 1929, año en la que los españoles tenían una esperanza de vida de 49 años.

"En esta crisis la esperanza de vida está en 80 (...), así que vivimos 31 años más. Y con frecuencia pienso que trabajamos como 15 años menos. Bueno, no todos. En fin, que creo que uno tiene que responder a las realidades nuevas", ha añadido, para concluir que hay que hacer compatible "esta vida que se prolonga con un sistema de cohesión social serio". "Todo lo demás es demagogia", ha sentenciado.