Este artículo se publicó hace 14 años.
Fernández de la Vega afirma que la sentencia del Constitucional será "razonada, razonable y ajustada"
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha mostrado hoy su convencimiento de que la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña será "razonada, razonable, ajustada y conforme a los principios constitucionales".
De la Vega se ha expresado en estos términos en respuesta a una pregunta del portavoz de ERC, Joan Ridao, en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, en torno a la sentencia que el TC tiene que dictar sobre el texto estatutario catalán, pendiente desde hace tres años y medio.
Un retraso que Ridao ha calificado de "auténticamente esperpéntico" y del que ha dicho que "genera incertidumbre" y la "permanente sensación de que el Gobierno anda deambulando en la cuerda floja", tensada, además, por un tribunal "groseramente politizado y caducado".
El portavoz de los republicanos catalanes ha mostrado su temor a que finalmente venga "el lobo", en alusión al TC, para dar "un nuevo bocado" al Estatuto, quizás "para dejarlo en los huesos".
Tanto es así que, según ha vaticinado, la sentencia sobre el Estatuto se convertirá en "el problema político e institucional más grave de los 30 años de democracia", porque el catalanismo no admitirá ningún fallo judicial que no sea el que ratifique el texto aprobado sin modificar "ni una sola coma".
Por eso, ha ironizado al desear a De la Vega e incluso al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que "Santa Lucía les conserve la vista muchos años", después de que hayan pronosticado que la sentencia no tendrá efectos políticos relevantes.
De la Vega, por su parte, ha subrayado que el Estatuto es "una buena ley", que se está aplicando con plena vigencia y normalidad democrática y que cuenta con la legitimidad democrática de dos Parlamentos (el nacional y el catalán) y el aval del pueblo a través del referéndum.
No obstante, ha hecho hincapié en que las deliberaciones del TC y las decisiones que tome "forman parte también de la normalidad democrática" y del sistema institucional, y hay que respetar sus tiempos, sus procedimientos y su independencia.
"A todos nos gustaría que el tiempo fuera menor, pero los tiempos judiciales no son iguales que los tiempos políticos ni que los tiempos electorales", ha especificado la vicepresidenta.
Mientras llega la sentencia, ha reclamado "un poco de serenidad", porque hacer cábalas es "poco serio y poco riguroso", y todos deberían actuar "con un poquito de responsabilidad".
Sus palabras no han convencido a Ridao, quien ha puesto el acento en la "dudosa legitimidad" del Tribunal Constitucional y ha advertido de que un fallo adverso produciría una "auténtica quiebra del Estado de las Autonomías".
"El encaje no puede hacerse a martillazos", ha incidido.
La vicepresidenta ha recordado que Cataluña ha vivido en las últimas décadas un importante avance en su autogobierno y lo ha hecho, según ha remachado, en "sana convivencia" y colaboración institucional con el resto de las comunidades y de los poderes del Estado, "sin problemas ni crispación".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.