Este artículo se publicó hace 16 años.
Fernández y Sarkozy desean relanzar las relaciones y obrar por los rehenes de las FARC
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, recibió hoy el agradecimiento de su colega francés, Nicolas Sarkozy, por su movilización a favor de la liberación de los rehenes de las FARC, en una visita relámpago a París para relanzar las relaciones entre los dos países.
El almuerzo de trabajo en el Elíseo fue el momento estelar de la visita de Fernández, tras haber participado la víspera, unas horas después de llegar a París, en una "marcha blanca" por la liberación de la colombo-francesa Ingrid Betancourt y otros cautivos de la guerrilla colombiana.
"Creo que estamos ante el relanzamiento nuevamente de la relación bilateral" entre Argentina y Francia, se felicitó la mandataria al anunciar hoy, tras el encuentro, el "compromiso" de Sarkozy de hacer una visita oficial al país sudamericano a comienzos de 2009.
Será "un orgullo y una oportunidad de relanzar esta magnífica relación que históricamente" han tenido los dos países, dijo, al celebrar el "interés manifiesto" de Sarkozy en "profundizarla".
La visita de éste a Argentina podría coincidir con la colocación de la primera piedra del proyecto de tren de alta velocidad Buenos Aires-Rosario-Córdoba, cuya construcción ha sido atribuida a un consorcio liderado por la empresa francesa Alstom.
La firma definitiva del contrato está prevista para dentro de dos semanas y el comienzo de las obras en ocho o nueve meses, indicó la comitiva argentina, según fuentes del Elíseo.
El tren de alta velocidad, el primero del continente, es un ejemplo del desarrollo de las relaciones, especialmente en el ámbito económico, que desean los dos dirigentes, indicaron las fuentes tras el almuerzo, al que Fernández acudió con sus ministros de Exteriores y Planificación y el futuro embajador de Argentina en París, que es el ex jefe del constructor automovilístico Peugeot en Argentina.
Las relaciones entre los dos países -cuyos intercambios comerciales fueron de 1.700 millones de euros en 2007-, se habían degradado en los últimos años, entre contenciosos empresariales.
El tema de la deuda de Argentina con el Club de París no fue tratado por los dos presidentes, según el Elíseo, ni tampoco, al parecer, en la reunión posterior, de casi una hora, que tuvo Fernández con el primer ministro, François Fillon.
El de hoy era el primer encuentro entre Sarkozy y Fernández desde que accedieron a sus respectivos puestos. Pero ya se habían reunido en febrero de 2007 en París, cuando él era ministro de Interior y pre-candidato al Elíseo y ella, senadora, Primera Dama y aspirante a suceder a su esposo en la Presidencia de Argentina.
Los esfuerzos, por ahora infructuosos, por la liberación de Betancourt, rehén de las FARC desde febrero de 2002, y de otros cautivos, y el deseo compartido de dar un nuevo impulso a las relaciones, sobre todo económicas, entre Francia y Argentina dominaron el almuerzo, que duró poco más de una hora.
Sarkozy, que acogió con un beso a Fernández en la escalinata del Elíseo, después de que la Guardia Republicana le rindiera los honores protocolarios, le agradeció "muy calurosamente" su movilización en el tema de los rehenes, dijeron fuentes del Elíseo.
A petición de Sarkozy, que ha hecho de la liberación de Betancourt una prioridad desde su acceso al cargo el pasado mayo, Fernández se ha activado en este dossier y, como dijo ayer el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, los dirigentes latinoamericanos y Francia están ahora en una "actuación colectiva a favor de la liberación de Ingrid".
El propio Kouchner dijo hoy que tiene la "sensación" de que la salud de Betancourt, de la que Sarkozy había dicho hace una semana que estaba en "peligro de muerte inminente", está "mejor" de lo que indicaban los rumores alarmantes que circularon hace poco.
Pero la misión humanitaria, enviada por Francia, España y Suiza, con un avión medicalizado a Colombia sigue allí y "no está en el orden del día" su retirada, afirmaron fuentes oficiales.
El objetivo declarado de la misión, cuyos dos emisarios, francés y suizo, siguen "muy activos", es contactar con las FARC y conseguir acceso a Betancourt, pero la guerrilla no ha dado señales.
En la "marcha blanca", la presidenta argentina había llamado a eliminar los "obstáculos" que impiden la liberación de Betancourt e instó a su colega colombiano, Álvaro Uribe, a hacer un gesto porque los derechos humanos deben "prevalecer sobre toda otra cuestión".
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