David Ferrer alcanzó los octavos de final del Abierto de Estados Unidos y puso fin a la aventura de su amigo Daniel Gimeno-Traver, quien por primera vez había llegado tan lejos en un torneo de Grand Slam.

Además con este triunfo, Ferrer saldrá del torneo de Nueva York como 'top-ten', puesto que con los puntos ya sumados adelanta a sus dos predecesores en la clasificación de la ATP, el francés Jo Wildred Tsonga y el argentino Juan Martín del Potro, que no han participado en Nueva York por lesión.

El jugador alicantino se impuso por 7-6(2), 6-2 y 6-2, en un encuentro que estuvo muy igualado en el primer set, pero en el que luego Ferrer se impuso con claridad y autoridad.

Como había avanzado Gimeno-Traver en la previa, el hecho de haberse entrenado ambos tanto tiempo juntos provocaba que el partido se convirtiera en una batalla psicológica y así fue, al menos en el primer set.

Los dos trataron de amarrar sus servicios y esperar la oportunidad de romper el del rival y el partido entró en una dinámica de igualdad por lo que tuvo que decidirse en la muerte súbita. Ahí, pesó la mayor experiencia de Ferrer en estas lides y el alicantino se llevó el parcial por 7-2.

Tras apuntarse el primer set, Ferrer jugó más suelto y Gimeno-Traver comenzó a incrementar sensiblemente su porcentaje de errores no forzados, lo que llevó a un rápido desenlace de la segunda manga en media por 6-2.

Ferrer tenía el partido en el bolsillo y no lo dejó escapar. Con un juego muy compacto, sin apenas cometer errores y atacando cuando debía, fue sumando juegos ante un rival que intentaba sin éxito variar la dinámica de un partido que acabó llevándose el de Jávea con facilidad por un nuevo 6-2, en 1 hora y 54 minutos.

En octavos de final, David Ferrer, semifinalista en Nueva York en 2007, se medirá con el vencedor del partido entre Fernando Verdasco y el argentino David Nalbandian.