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El Festival de Almagro reivindica en Londres la modernidad del teatro clásico

EFE

El director del Festival de Almagro, Emilio Hernández, reivindicó hoy en Londres la modernidad del teatro clásico, porque los temas que trata siguen plenamente vigentes y porque "habla de un mundo que no es tan distinto del nuestro".

Hernández presentó la XXXII edición del Festival en la embajada de España en Londres en compañía de varios británicos que en estas tres décadas han estado relacionados con el certamen: los directores Declan Donnellan y Laurence Boswell, y el escenógrafo Nick Omerod.

El director del Festival habló de Almagro (Ciudad Real) como "una de las capitales de la diversidad" en el mundo y vinculó este carácter a su relación con el teatro, que durante tres semanas del mes de julio consigue "que a miles de personas no les importe estar a 40 grados a la sombra para poder ver teatro del Siglo de Oro español".

Este fenómeno, explicó Hernández, "no quiere decir que estemos locos", sino que el público de Almagro se siente identificado con la principal labor del Festival desde su nacimiento, la de "recuperar una herencia cultural que nos permite construir el futuro".

Esa herencia "está ahí, es para nosotros", destacó el director y dramaturgo español, que rechazó etiquetar las obras de Lope de Vega o de Shakespeare como teatro clásico: "Hay obras clásicas, pero no teatro clásico, porque se trata de un teatro que se hace también hoy en día, con actores de hoy en día y con espectadores de hoy en día".

Obras como el "Don Juan", "El burlador de Sevilla" o "Fuenteovejuna", dijo Hernández, "hablan de un mundo que no es tan distinto del nuestro", hablan del mundo que "vivieron las personas de hace 8 o 9 generaciones; no es tanto, es nuestra familia".

Lo mismo ocurre con la época dorada del teatro inglés y "basta con mirar las calles de Londres cuando paseas para darse cuenta de que fueron las mismas por las que pasearon Fletcher y Shakespeare".

"Estamos ante la misma sociedad, pero con un poco más de Internet", añadió Hernández, quien atribuyó al teatro la temprana formación de un espíritu político y cultural europeo: "Europa existía mucho antes de la Unión Europea. El teatro era Europa".

Con 2 millones de euros de presupuesto, el Festival ha programado entre el 2 y el 26 de julio 132 espectáculos de 57 compañías en 19 espacios escénicos, con 17 obras de Lope de Vega, en el 400 aniversario de su "Arte Nuevo de Hacer Comedias", y 6 estrenos.

Este año no habrá compañías británicas, que han sido habituales en temporadas anteriores, aunque Laurence Boswell dirige la versión de "Fuenteovejuna" con la que la compañía Rakatá abrirá el Festival.

Boswell se mostró honrado por dirigir a actores españoles en una obra tan emblemática y expresó su deseo de que las obras de Lope, de Calderón de la Barca o de Tirso de Molina "estén más presentes en el repertorio de los espacios teatrales" del Reino Unido.

"Es de Lope" es la frase que rubrica el cartel de la XXXII edición del Festival de Teatro Clásico de Almagro, una frase hecha que sirve para referirse a algo que se considera "magnífico".

Y "es de Lope" la experiencia de haber estar en Almagro, cuyo Festival "es el más cordial que conozco", afirmó Declan Donnellan, socio fundador y director artístico de la compañía Cheek by Jowl y un habitual colaborador de la Royal Shakespeare Company.

Donnellan, que lloró la primera vez que vio el Corral de Comedias de la ciudad manchega, destacó que Almagro es uno de los pocos Festivales del mundo que permite que las distintas compañías se conozcan entre sí y compartan escenario, y que estén en contacto directo con los espectadores que siguen las obras en la calle.

Omerod también lloró en Almagro y siempre recordará el carácter popular y colectivo del certamen, pero sobre todo "la primera visita hace 25 años, en la que actuamos bajo la luz de la luna".

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