Figueruelas no acepta el nuevo plan de Magna

La planta de Opel de Figueruelas (Zaragoza) no cede. Magna, la futura propietaria de la filial de General Motors, ha modificado el plan industrial para la fábrica española y reduce en 350 los 1.700 despidos previstos. Pero su propuesta sigue sin gustar al comité de empresa, que ayer se negó a cerrar un pacto.

Magna, que en un inicio había propuesto trasladar de Figueruelas toda la producción del Corsa tres puertas y el 50% del cinco puertas a la fábrica alemana de Eisenach, remitió a las direcciones de ambas factorías un nuevo reparto de las cargas de trabajo. La dirección de Opel en España fue ayer la responsable de exponer la nueva propuesta al comité de empresa en Zaragoza: Magna mantiene su intención de llevarse el Corsa tres puertas de Figueruelas (de donde sale el 15% de las unidades que se fabrican en todas las plantas europeas) y el proceso de estampación (que lleva a cabo para el 100% de la producción europea), pero mantiene el Corsa cinco puertas en España, motivo por el cual se reducirían los despidos.

Con la nueva oferta, Magna intenta que los sindicatos asuman el plan de ahorro que plantea para hacer rentable Opel. General Motors condicionó la venta del 55% de su filial a Magna a que los trabajadores, que se quedarán con un 10% de su filial europea, acepten las propuestas de la futura propietaria. Sólo el Reino Unido y España se resisten. Magna espera cerrar un acuerdo y firmar la venta en una semana.

El principal problema en Figueruelas, según el presidente del comité de empresa, José Juan Arcéiz, es que Magna prevé en 2011, cuando finalice la fabricación del Combo, reducir de dos a una las líneas de producción. Aunque el mercado demandara en el futuro más coches, la planta, reducida, no podría fabricar más.

El comité de empresa envió ayer mismo una carta a Magna en la que reclama que se mantengan la capacidad de producción y los modelos actuales. "De lo contrario, Figueruelas no aceptará el plan de ahorro de Magna", reafirmó ayer Arcéiz. Entre los argumentos, el comité expone la incoherencia de que Magna, pese a presentar un plan de ahorro, deberá gastar 29 millones de dólares en llevarse la producción a Eisenach, mientras que mantenerla en Zaragoza "tendrá un coste cero".