Este artículo se publicó hace 15 años.
Fillon amenaza con encarcelar a los huelguistas
El primer ministro francés promete "mano dura" a los obreros que saquearon una fábrica
El primer ministro francés, François Fillon, amenazó ayer con la cárcel a los cada vez más numerosos huelguistas franceses que se lanzan a acciones desesperadas con la intención de evitar cierres de fábricas y expedientes de regulación de empleo.
Un día después del saqueo de una fábrica de neumáticos de Continental al norte de París, de varios secuestros de empresarios y ejecutivos en todo el país, y tras semanas de cortes del suministro electricidad y gas, el Gobierno se decidió a decir a las claras, por boca de Fillon, lo que llevaba días susurrando.
"Ningún Gobierno estaría satisfecho con esta situación", reconoce el político"Ningún Gobierno puede estar satisfecho con esta situación", subrayó Fillon, culpando "a todos los irresponsables" y a las "minorías" de estar provocando "este clima de violencia social". Respecto al último episodio el saqueo organizado por los obreros de Continental, el primer ministro fue taxativo y quiso convertirlo en un caso ejemplar. "Habrá acciones judiciales", dijo, "contra esa pequeña minoría que pone las cosas difíciles".
"Pequeña minoría" responsable de "violencia social". Así analizó el jefe de Gobierno lo ocurrido el martes en los locales de la fábrica y en una prefectura, intentando convertir en un hecho minoritario lo que en realidad fue una acción colectiva de cientos de obreros.
Hombres "encolerizados"Francia es un país que da señales de estar al borde de la explosión socialEl encargado de responderle fue el delegado del sindicato CGT en esa fábrica, Xavier Mathieu. En una declaración, el sindicalista insistió en que "lo del martes no fue un asunto de gamberros, sino de hombres encolerizados, al borde de la depresión", subrayando que unos 700 empleados participaron en las acciones.
"Nos hablan de unos cuantos cristales y ordenadores rotos, pero ¿eso qué es comparado con las 1.100 vidas que van a destrozar?", dijo el sindicalista, en alusión al número de empleos suprimidos.
El caso de la fábrica Continental se está convirtiendo en un símbolo de la crisis en Francia. El valor en bolsa de la firma sube casi ininterrumpidamente, desde el anuncio del cierre, igual que los rumores de adquisición por parte de otros grupos.
Inicialmente, la multinacional planeaba 750 despidos sin recolocación en Francia, pero, tras una primera huelga salvaje, los redujo a 600. Ahora los obreros exigen que, como máximo, haya 450 despidos y anuncian que viajarán a Hannover el jueves para manifestarse con los alemanes durante la asamblea general de accionistas del grupo.
Fillon puso algo de suavizante a sus palabras, y dijo que "el Gobierno comprende a los asalariados" y prepara una nueva reunión tripartita (Estado, empresa y sindicatos) sobre esta fábrica. Pese a esa moderación, el discurso contra los "irresponsables" entre los obreros de Fillon ultima el dispositivo antirrebelión social en un país con señales de estar al borde de la explosión social.
Sin exámenes en treinta universidadesFrançois Fillon anunció ayer que los exámenes “quedan suspendidos como mínimo por unos meses” en las universidades en huelga desde hace 12 semanas. El Gobierno reconoce así la importancia de un conflicto social que hasta ahora intentaba minimizar y que, según fuentes sindicales y de estudiantes, afecta a unas treinta universidades. La razón fundamental del conflicto es la “reforma” del estatuto de los docentes-científicos, para quienes el Gobierno quería reducir los horarios reservados a la investigación y suprimir la libertad de cátedra.
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