La compañía aérea finlandesa Finnair y el operador turístico Aurinkomatkat fletaron hoy un avión para trasladar gratuitamente a Málaga a familiares de los turistas accidentados en el siniestro que causó nueve muertos y 38 heridos en Benalmádena el pasado sábado.

En el avión, que llegó al aeropuerto de Málaga hacia las 11.00 horas, viajaban una veintena de familiares y cuatro psicólogos especializados en prestar apoyo en situaciones de crisis, informó el el operador finlandés.

Los catorce pasajeros que resultaron ilesos o con heridas leves en el accidente regresaron anoche a Finlandia visiblemente conmocionados y apenas quisieron atender a la prensa que esperaba en el aeropuerto de Helsinki-Vantaa.

"Fue horrible. Fue como si hubiera explotado una bomba. No puedo decir nada más", declaró a los periodistas uno de los turistas.

En el accidente, provocado al parecer por un conductor ebrio, perdieron la vida nueve finlandeses que regresaban a Helsinki después de una semana de vacaciones en Marbella, entre ellos una niña de seis años, mientras otros 38 resultaron heridos.

La prensa finlandesa dedica hoy todas sus portadas y numerosas páginas a informar sobre el siniestro.

La mayoría de los medios de comunicación locales coincide en resaltar la rapidez y eficacia de los servicios de emergencia que acudieron al lugar del accidente.

Además, muchos de ellos se hacen eco de las palabras de agradecimiento a las autoridades españolas del primer ministro finlandés, Matti Vanhanen, y del titular de Exteriores, Alexander Stubb, por mantenerles informados en todo momento.

Sin embargo, numerosos lectores de medios digitales han enviado comentarios en los que critican la forma de conducir de los españoles en general.

"Hay muchos adelantamientos suicidas y la mayoría conduce por encima de los límites de velocidad. Yo pasé mucho miedo", señaló en un foro un finlandés que ha estado de vacaciones en la misma zona donde se produjo el trágico accidente.