Este artículo se publicó hace 17 años.
El flamenco políglota de Ojos de Brujo, en el álbum en directo "Techarí Live"
Es uno de los pocos grupos españoles que pueden presumir de haber recorrido el planeta con su música, ya que Ojos de Brujo ofrece una medida combinación de melodías universales que ahora muestran en directo en "Techarí Live", un álbum, que incluye un DVD y desvela algunas de las claves de su éxito.
Ojos de Brujo no es una idea tras la que se esconda un creativo. Su llamado flamenco políglota, germen de los híbridos sonoros que son sus canciones, surge de "una hermandad de inspiraciones en la que nada funciona como una estructura piramidal y donde todo se crea en asamblea", apunta a Efe, su guitarra, Ramón Giménez, el miembro del grupo encargado de tratar con la prensa.
Él es el único que se encarga de la promoción, ya que cada uno de los seis miembros de la formación se encarga de una de las responsabilidades paralelas que este proyecto, cada vez más ambicioso y exigente, que ha recorrido el planeta con sus canciones y que ahora opta a un Grammy Latino al mejor álbum de flamenco.
"Techarí Live", el día 8 a la venta, cumple dos de los sueños del grupo, editar su primer disco en directo -un CD con 16 temas- y unir en el mismo escenario a muchos de los músicos que han conocido a lo largo de los años, para, de esta forma, "llevar a la máxima expresión" el concepto de fusión sonora que siempre ha dictado las normas de su sonido, que en este directo encierra la esencia multicultural de músicos procedentes de India, de Cuba o del Reino Unido.
Además del concierto celebrado en Barcelona, el 22 de diciembre del pasado año, el DVD que acompaña a este lanzamiento incorpora un reportaje documental, "Crece Techarí", donde se muestra lo que ocurre en la parte posterior del escenario durante el directo y "ofrece un nuevo prisma" de cómo es Ojos de Brujo a través de sus numerosos invitados.
El directo es el "medio natural" de la banda y su génesis creativa, ya que a partir de los conciertos los miembros del grupo se involucran en un nuevo proceso de composición que finalmente da lugar a nuevos proyectos.
La independencia que los integrantes de Ojos de Brujo han logrado, convertidos en "los dueños" de su propia carrera, ha sido "un proceso paulatino" que comenzó bajo la protección de una multinacional, Edel, con la que lanzaron en el año 2000 su primer disco, "Vengue", y se acogieron a un "paraguas artístico" que, de haber seguido por ese camino, hubiera "matado la semilla que había creado al grupo", asevera Ramón Giménez.
Fue así como decidieron crear su propio sello, Diquela records, por "mera necesidad", por el mero hecho de "mantener la plusvalía artística" de su propuesta y de la de otros, como es el caso de la formación barcelonesa Muchachito Bombo Infierno, con la que comparten más de una clave creativa.
Una decisión que, entre otros frutos, ha dado como resultado una candidatura a un Grammy Latino. "De un tiempo a esta parte nos hemos dado cuenta de que los premios son una forma más de reconocimiento -explica el guitarrista-, aunque la mayor satisfacción sea haber recorrido tres cuartas partes del Planeta haciendo conciertos".
El factor determinante para que Ojos de Brujo sea uno de las excepciones españolas entre los intereses del público musical extranjero es, para el músico, el hecho de que su propuesta se acerca a sonidos cosmopolitas como el reggae, el funk y el hip-hop "manteniendo un sustrato flamenco" que llama definitivamente la atención de la gente y los diferencia del resto de bandas.
La cara visible del grupo, Marina "La Canillas", es algo más que la cantante del sexteto, es "la pluma del grupo, de ella nacen el 90 por ciento de las letras", apunta Giménez, quien destaca de ella su "permeabilidad" y su condición de "animal de escenario". Aunque Ojos de Brujo "no es un grupo de una cantante. Hay mucho más", recuerda.
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