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El FMI insta a España a acelerar los ajustes

Trichet no anuncia medidas nuevas para ayudar al euro

P. BLÁZQUEZ

El Fondo Monetario Internacional (FMI) introdujo ayer un nuevo elemento en el debate sobre los desequilibrios de la economía española: la velocidad. El organismo internacional recomendó a países con desajustes presupuestarios, como España y Portugal, aplicar 'con rapidez' las medidas contempladas en sus respectivos planes de austeridad para atajar el riesgo de contagio de los problemas de la deuda soberana de Grecia, según expresó la responsable de Relaciones Externas de la institución internacional, Caroline Atkinson.

'Una serie de países que necesitan acometer ajustes fiscales están considerando y, en algunos casos aplicando ya, medidas de ajuste fiscal. Estos son los pasos fundamentales para luchar contra el contagio', dijo Atkinson, quien, no obstante, apuntó que países como España, Irlanda o Portugal tienen una situación de partida 'diferente' a Grecia, con menor deuda, cuentas públicas más saneadas y sin problemas con las estadísticas.

Irlanda, Portugal e Italia también deben hacer reformas

Respecto a Grecia, Atkinson subrayó que la suspensión de pagos del país heleno 'no está sobre la mesa ni lo ha estado' y calificó como 'sobrerreacción' la respuesta de los mercados.

Si el FMI reclama más rapidez en los planes de ajuste fiscal, el BCE defraudó ayer en la reunión mensual de su consejo de gobierno al no tomar ninguna decisión que pueda suponer un freno para el contagio. Su presidente, Jean-Claude Trichet, dijo que no se había discutido la posibilidad de comprar bonos europeos (un rumor muy extendido en los últimos días) para apoyar los vapuleados mercados de renta fija y simplemente recomendó a todos los países con problemas presupuestarios que hagan sus deberes para reducir el déficit. Trichet también insistió en que los problemas de Grecia no tienen nada que ver con los de España o Portugal.

El discurso de Trichet estuvo muy alejado de los promeblas del día. El mercado había amanecido ayer con la esperanza de que el Banco Central Europeo rebajara los tipos de interés para apoyar la difícil situación por la que atraviesa en estos momentos Europa, pero el principal responsable de política monetaria, ni siquiera hizo mención a esa posibilidad. En su lugar, destacó la decisión tomada, excepcionalmente hace unos días, de aceptar los títulos soberanos de Grecia como garantías para préstamos del banco europeo, independientemente de la calificación que hayan recibido, y negó que exista posibilidad de incumplimiento.

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