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La formación de coágulos peligrosos aumenta en las mujeres obesas

Reuters

Por Amy Norton

Un estudio sobre más de 1millón de mujeres del Reino Unido confirma la relación entre laobesidad y el riesgo de padecer una tromboembolia venosa (TEV),que son coágulos sanguíneos que aparecen en las venas, engeneral de las piernas.

Los resultados demuestran también que cuanto más peso tieneuna mujer, más necesidad tendrá de una cirugía, que es uno delos principales factores de riesgos de TEV.

Eso "no es completamente inesperado" porque la obesidadaumenta el riesgo de desarrollar algunas enfermedades que puedenllevar a un quirófano, según explicó la autora Lianne Parkin, dela Universidad de Otago, en Nueva Zelanda.

"Pero, por lo que sabemos, nuestro estudio es el primero queanaliza esa relación", dijo Parkin.

El equipo halló que cinco de cada 1.000 mujeres con pesonormal que fueron operadas en seis años desarrollaron un coáguloen una vena profunda o una embolia pulmonar en las 12 semanasposteriores a la cirugía, comparado con siete de cada 1.000mujeres con sobrepeso u obesidad.

En cambio, 0,1 de cada 1.000 mujeres con peso normal que nofueron operadas desarrolló una TEV en esas 12 semanas, comparadocon 0,2 de cada 1.000 mujeres con sobrepeso u obesidad.

Parkin precisó que el riesgo de desarrollar coágulos creciójunto con el peso de las participantes.

"Eso sugiere que adelgazar aunque sea muy poco ayudaría (entérminos de la reducción del riesgo de desarrollar una TEV) alas mujeres con sobrepeso u obesidad", expresó.

Los resultados, publicados en la revista Circulation, surgendel estudio de más de 1,1 millón de mujeres británicas de 56años, en promedio, al inicio del estudio. El equipo utilizó lashistorias clínicas hospitalarias y los certificados de defunciónpara detectar los casos de TEV en seis años.

En ese período, 6.438 mujeres fueron hospitalizadas omurieron por una TEV; en casi 1.900, el coágulo se formó en las12 semanas posteriores a una cirugía. (Durante el períodoestudiado, más de 641.000 mujeres tuvieron por lo menos unacirugía).

Las mujeres con sobrepeso u obesidad eran un 22 por cientomás propensas que las más delgadas a necesitar una cirugía.

Para el equipo, estos resultados probablemente subestiman lacantidad real de mujeres que desarrollaron una TEV, porque ladetección y el tratamiento de los coágulos en las venas de laspiernas los puede realizar un médico de atención primaria.

Esos coágulos casi siempre se diagnostican por los síntomas:dolor en la pantorrilla, inflamación de los tobillos y los pies,y fiebre en la zona afectada.

El tratamiento incluye medicamentos para evitar que elcoágulo siga creciendo o prevenir nuevos coágulos. Usar mediasde compresión también previene su formación.

Para Parkin, lo mejor que puede hacer una mujer consobrepeso para reducir el riesgo de padecer una TEV noquirúrgica es adelgazar.

"Además de bajar de peso, es importante aumentar laactividad física. La inmovilidad es un factor de riesgo de laTVE, y las personas con sobrepeso y obesidad suelen ser mássedentarias", agregó la experta.

FUENTE: Circulation, online 6 de marzo del 2012

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