El Foro de Ermua crea una Plataforma por la Dignidad de las víctimas para evitar homenajes a ETA

El Foro de Ermua ha anunciado hoy la creación de la Plataforma por la Dignidad, que promoverá distintas acciones para lograr que desaparezcan los homenajes a los terroristas de ETA en las calles y pueblos del País Vasco que suponen "una ofensa" para las víctimas del terrorismo.

Ana Velasco, que será portavoz de esta Plataforma, ha explicado en rueda de prensa que en más de diez municipios vascos los ayuntamientos han dedicado una de sus calles a terroristas, en algunos casos desde hace más de 25 años, sin que nadie de la Administración o el Gobierno vasco lo haya impedido.

Esta situación que ha sido denunciada por las víctimas, según ha subrayado Velasco, ha llevado al Foro de Ermua a crear esta Plataforma que evitará que se sigan produciendo situaciones tan hirientes, y en la que estarán representadas, además de las víctimas de ETA, movimientos cívicos y ciudadanos que apoyen su objetivo.

El presidente del Foro de Ermua, Iñaki Ezkerra, ha denunciado que en Bilbao, y a pesar de que su ayuntamiento aprobó una moción en ese sentido, el PNV "sigue negando" una calle a las víctimas del terrorismo, y ha asegurado que la nueva Plataforma promoverá que, donde haya una calle dedicada a un etarra, se dedique la misma a una víctima de ETA.

Asimismo, ha anunciado que el Foro de Ermua creará un Gabinete de Educación para la Democracia, en contra de los procesos de inmersión lingüística en el País Vasco y en Cataluña, y que promoverá distintas acciones para la exhibición y defensa de los símbolos nacionales.

El próximo domingo se reunirá la Junta Directiva del Foro de Ermua que ratificará la incorporación a este colectivo de María del Mar Blanco, hermana del concejal del PP en Ermua secuestrado y asesinado por ETA en julio de 1997, Miguel Ángel Blanco.

Por último, Ezkerra ha juzgado como "escandalosa" la decisión del magistrado Juan Luis Ibarra, presidente de la Sala del 77 del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, de aceptar la recusación planteada contra él por la defensa del lehendakari en el caso Ibarretxe por "el principio de lealtad institucional".