Este artículo se publicó hace 13 años.
Un fortín español del siglo XVII en Puerto Rico será restaurado tras años de abandono
El histórico Fortín español de San Jerónimo, construido en el siglo XVII y que durante cientos de años defendió la capital puertorriqueña, será restaurado tras más de una década de abandono por parte de las autoridades de la isla.
La directora de la Oficina de Mejoras Permanentes y Patrimonio Histórico, Darianne Ochoa Rivera, dijo hoy a Efe que el Gobierno invertirá cerca de cinco millones de dólares en la restauración del fortín, actualmente cerrado y en estado de degradación.
Ochoa Rivera señaló que las obras para restaurar el Fortín de San Jerónimo, propiedad del Instituto de Cultura Puertorriqueña, podrían iniciarse el próximo año, tras la presentación de las propuestas por parte de las empresas interesadas en el proyecto.
"El fortín fue abandonado hace unos diez o doce años", dijo sobre San Jerónimo, situado en la costa de la capital. "El oleaje ha socavado la parte oeste del fortín".
El plan de recuperación incluye una primera fase de mejora general de infraestructuras del interior que requerirá una inversión cercana a los 400.000 dólares.
La estabilización de la estructura es la partida que más fondos necesitará, unos 3,5 millones de dólares, mientras que para la decoración del interior serán necesarios al menos medio millón de dólares más.
"Con el paso de los años se deterioró el interior, con la caída de maderas y otros desperfectos", apunta la funcionaria, que matiza que tras años de abandono el Instituto de Cultura está decidido a recuperar el monumento, construido sobre la antigua fortificación de la Punta de Boquerón, mencionada en textos españoles por vez primera en el siglo XVI.
Diego Menéndez, gobernador de la isla entre 1582 y 1593, fortificó la primitiva construcción de Punta de Boquerón con el objetivo de emplazar allí piezas de artillería para proteger la segunda entrada de la bahía de Puerto Rico.
La construcción original defendió a San Juan de los ataques de los británicos Sir Francis Drake en 1595 y Sir George Clifford en 1598.
El historiador oficial de Puerto Rico, Luis González Vales, señaló a Efe que el Fortín de San Jerónimo constituyó un baluarte para la defensa de San Juan en el último ataque importante inglés a la isla en 1797.
"Fue una primera línea de defensa", dijo González Vales, que explicó que en la última época de la colonia española San Jerónimo fue utilizado como museo militar.
González Vales reconoció que en los últimos años el fortín fue dejado en estado de abandono, debido, según aclaró, a problemas presupuestarios.
El fortín, tras la Guerra Hispanoamericana, pasó a manos estadounidenses, que instaló allí una estación de radio a cargo del radiotelegrafista Virgil Baker.
Éste construyó una vivienda sobre el fortín de la que queda testimonio en series de fotos históricas.
El fortín pasó a manos del Instituto de Cultura Puertorriqueña en la pasada década de los sesenta cuando ya había sido construido un hotel en sus aledaños.
El recientemente fallecido Ricardo Alegría, uno de los mayores defensores de la cultura autóctona y primer director del Instituto de Cultura Puertorriqueña, lo convirtió en un museo de historia militar.
Tras la salida de Alegría del Instituto de Cultura Puertorriqueña, el paso de los años supuso el abandono del fortín, que esporádicamente fue utilizado para celebrar actos sociales del hotel cercado.
La directora de la Oficina de Mejoras Permanentes y Patrimonio Histórico aseguró que trabaja para que el antiguo fortín que defendió San Juan a lo largo de la historia vuelva a ser un museo.
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