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Francia pisa fuerte en Cannes con su primera película en la sección oficial

EFE

Francia llegó y convenció en Cannes con su primera película en la competición oficial, "Un conte de Noël" (Un cuento de Navidad), de Arnaud Desplechin, un agridulce drama familiar con muchos toques de comedia y una perfecta interpretación de un perfecto grupo de actores.

Esta historia coral -con una familia compuesta por Catherine Deneuve, Jean-Paul Roussillon, Anne Consigny, Mathieu Amalric, Melvil Poupaud, Hippolyte Girardot, Emmanuelle Devos, Chiara Mastroianni, Laurent Capelluto y Emile Berling- fue muy bien recibida en su primer pase de prensa y elogiada de forma bastante generalizada.

Una narración muy francesa, con toques que rozan la comedia más disparatada, y una estructura copiada de las películas cómicas mudas -dividida en capítulos que se inician con una imagen de ojo de buey sobre uno de los personajes y que se agranda hasta llenar la pantalla- que quita hierro a los dramas que vive la familia.

Muertes, enfermedades, incomprensiones y traumas antiguos rodean a los personajes de esta historia, que justifica, por una vez, que su duración llegue a las dos horas y media.

Un dramón en toda regla suavizado por toques de comedia y alguna que otra imagen surrealista que recuerda al anterior cine de Desplechin pero también a otras películas francesas, desde "Amelie" a "Tía Daniela".

Desplechin explicó en rueda de prensa que es consciente de que casi todo está inventado y de que las historias poco tienen de nuevo, por lo que aseguró esforzarse en ser "un actor como los demás" y contribuir con algo suyo en cada película.

Esas ideas quedan reflejadas en los múltiples homenajes que hay en la película.

Escenas recogidas en televisores de películas como "Sueño de una noche de verano", en una versión en blanco y negro de William Dieterle, "Una cara con ángel", con Fred Astaire y Audrey Hepburn o la famosa escena de Moisés/Charlton Heston en "Los diez mandamientos".

Imágenes que hacen reunirse ante la tele a los miembros de la familia en su casa de la infancia, que se convierte además en un personaje más de la historia.

Catherine Deneuve, que no paró de bromear con los periodistas, aunque desde una más que evidente frialdad, resaltó que esas relaciones familiares -si bien sólo su lado positivo- se trasladaron a la realidad.

Destacó el buen ambiente del rodaje, donde todos estaban juntos, en el mismo hotel, y se creó "un vínculo familiar" que iba muy bien con la historia que narra la película.

Y frente a este filme francés, el director turco Nuri Bilge Ceylan, presente también en la competición oficial con "Uç Maymun" (Los tres monos), defendió la improvisación y el instinto como forma de hacer cine.

En una rueda de prensa tras la buena acogida a su película, Ceylan explicó que cuando prepara una película, un guión, lo escribe todo para luego cambiarlo todo.

"Nunca dejo de pensar. Rodar es como una pesadilla", dijo Ceylan, que agregó que "la tarea más importante de un director es ver qué es lo que pasa. Ver los puntos débiles y encontrarlos" y "si tienes la impresión de que algo no funciona, hay que reaccionar porque luego en el montaje será muy difícil".

Por ello, indicó que su forma de trabajar es primero rodar lo que dice el guión y hacerlo de todas las formas posibles y después pasar a la improvisación "si los actores son buenos en improvisación".

Eso fue lo que hizo en "Uç Maymun", una historia familiar -como todas hasta ahora en la competición oficial- que cuenta las mentiras en las que viven los miembros de esa familia.

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