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Francia reducirá su déficit otros 12.000 millones de euros entre 2011 y 2012

EFE

El Gobierno francés presentó hoy un plan para reducir su déficit público en 12.000 millones de euros adicionales entre 2011 y 2012 con medidas que afectan, entre otros aspectos, a la imposición sobre los salarios más elevados, las rentas del capital, el alcohol o el tabaco.

Además, el primer ministro francés, François Fillon, redujo la previsión de crecimiento económico del país para 2011 (del 2 al 1,75 por ciento) y para 2012 (del 2,25 al 1,75 %), después de que la economía gala se estancase en el segundo trimestre.

El Ejecutivo quiere así garantizar que cumplirá sus objetivos máximos de déficit del 5,7 % este año, el 4,5 % el próximo (frente al 4,6 % programado) y el 3 % en 2013, aunque también pretende evitar que las agencias de calificación de riesgos rebajen la nota de triple A de Francia.

Fillon defendió la gestión económica de su Gobierno durante la crisis y subrayó que la estrategia del Ejecutivo ha permitido que ahora no se tengan que adoptar "medidas de austeridad de urgencia" como en "España, Portugal, Irlanda o Grecia".

Entre las iniciativas presentadas, a ocho meses de los comicios en los que Nicolas Sarkozy buscará la reelección al frente de la jefatura del Estado, la más llamativa es la creación de un impuesto especial del 3 por ciento para quienes perciban más de 500.000 euros anuales.

"Se trata de una imposición excepcional cuya duración fijamos hasta que se alcance el objetivo del 3 por ciento de déficit. Cuando lleguemos a ese objetivo (programado para 2013), la medida será suprimida", declaró Fillon.

La iniciativa se hace pública un día después de que dieciséis de las mayores fortunas francesas pidieran al Gobierno que les imponga una tasa especial para contribuir a la salida de la crisis.

Entre los firmantes figuran el presidente de L'Oreal y su máxima accionista, los patrones de la petrolera Total, el grupo hotelero Accor, el alimentario Danone, el banco Société Générale, el operador de comunicaciones Orange, la aerolínea Air France-KLM y el fabricante automovilístico PSA Peugeot-Citröen.

Además, el plan del Gobierno prevé alinear el impuesto de sociedades con la vecina Alemania y aplicar modificaciones que limiten la capacidad de las empresas de repercutir sus pérdidas sobre ejercicios anteriores o futuros, con lo que espera ingresar 120 millones de euros en 2012, según el documento repartido a la prensa.

Por otro lado, el Ejecutivo incluirá en el proyecto de ley de finanzas para 2012 una "nueva etapa de reducción general de los nichos fiscales", tras un primer recorte adoptado el año pasado, y se modificará la imposición sobre los seguros médicos, con lo que se ingresarán 1.200 millones entre este año y el próximo.

Además, se aumentarán de manera inmediata un 6 % los impuestos sobre el tabaco y el año próximo se incrementará la presión fiscal sobre las bebidas alcohólicas y azucaradas, con lo que se logrará recaudar 1.150 millones de euros.

Otra de las medidas anunciadas por Fillon contempla gravar más las rentas del capital, que pasarán a cotizar del 12,3 % al 13,5 %, en la senda de un "acercamiento entre la imposición sobre las rentas de trabajo y las del capital" que permitirá al Estado recaudar casi 1.500 millones de euros entre 2011 y 2012.

Según el Instituto Nacional de Estadística de Francia (INSEE), cerca del 60 % de los ingresos de patrimonio lo percibe el 10 % de los hogares con mayor nivel de vida.

El Gobierno ha decidido también retrasar por segunda vez la nueva ley de dependencia, prometida en 2007, de septiembre hasta "inicios de 2012", ya que abordar ese proyecto "en el contexto económico y financiero" actual no sería "razonable", señaló el primer ministro.

Fillon aseguró que los asalariados se seguirán beneficiando de la exoneración fiscal de las horas extraordinarias, aunque se aplicará una modificación a su cómputo fiscal que permitirá a la Seguridad Social generar ingresos de 600 millones de euros suplementarios.

Destacó que esta nueva batería de medidas vacía de gran parte de su contenido lo que aún quedaba de la emblemática regla económica de Sarkozy, la ley TEPA (trabajo, empleo y poder adquisitivo), aprobada tras su llegada al Elíseo en 2007 y ya modificada en diferentes ocasiones.

Desde las filas del Partido Socialista (PS) señalaron que "lo más grave es que no hay rumbo" ni "estrategia" en las iniciativas del Ejecutivo y aseguraron que Francia se ha "sumergido en la austeridad".

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