La Iglesia de la Cienciología, considerada religión en Estados Unidos y 'movimiento sectario' en Francia, se juega desde ayer su supervivencia en el país galo con un juicio ante el Tribunal Correccional de París por presunta 'estafa en banda organizada', 'abuso de confianza' y 'ejercicio ilegal de la farmacia'.

Si los discípulos franceses de Ron Hubbard su fundador son condenados, las autoridades judiciales francesas aplicarán de forma casi automática la ley laica sobre 'movimientos sectarios' de junio de 2001, que autoriza la disolución de cualquier culto culpable de delitos. A partir de ese momento, ser dianético una de las creencias que profesan los seguidores de la Cienciología y promocionar esa religión sería delito penal.

La ley autoriza la disolución de cualquier culto culpable de delitos

Los hechos juzgados se han convertido en un auténtico test de la legislación laica francesa. En 1998, cuando la Cienciología empezaba a extenderse con fuerza en Francia, una mujer presentó una querella tras haber contactado con un grupo de cienciólogos. La denunciante se había gastado 20.000 euros en cursos de 'comunicación y reparación de vida', libros, medicinas y un 'electrómetro' destinado a medir su 'carga mental'.

Otras tres supuestas víctimas se sumaron a la acción judicial emprendida por esta mujer, que acusa a los cienciólogos de estafa. No obstante, dos de ellos ya han retirado los cargos. Este juicio no es el primero contra la Cienciología en Francia, un país donde sus estructuras ya fueron disueltas en 1995 tras ser condenada por fraude fiscal. Lo que está en juego ahora es la nueva legislación sobre movimientos sectarios.

La norma, que establece la primacía de la laicidad, estipula que si los miembros de un 'movimiento sectario' son juzgados culpables de delitos como estafa o abuso de confianza, la totalidad del movimiento también lo es y puede ser disuelto. En ese caso, no se podrá aducir el derecho a la libertad religiosa.

Los cienciólogos afirman que están sometidos a un juicio por «herejía»

La portavoz de la Cienciología en Francia ha manifestado su rechazo al proceso y asegura que se trata de 'un juicio por herejía'. La Fiscalía no se ha pronunciado en favor de su disolución.