El Baloncesto Fuenlabrada viaja a Valladolid para buscar su duodécima victoria en liga que selle su permanencia en un encuentro que será difícil para su técnico, Porfirio Fisac, que entrenó allí los tres últimos años y que puede sentenciar su descenso.

Y es que el técnico segoviano llegó a Fuenlabrada desde la capital del Pisuerga, fue quien ascendió al Valladolid a ACB hace tres años, y con él disputó la Copa del Rey el año pasado, y ahora una derrota dejaría muy tocado al equipo pucelano que mantiene escasas opciones de mantenerse en ACB.

El conjunto madrileño acude con mejor cara tras su victoria el pasado martes ante Estudiantes en encuentro aplazado de liga. Un triunfo que rompía una mala racha de resultados y además encumbraba a Sergio Sánchez en la dirección y a Penney, que volvía a ser el de inicios de temporada.

Los problemas para el Fuenlabrada vuelven a llegar desde la enfermería. Hall no estará por lesión, y serán dudas hasta última hora, aunque en el club son pesimistas, Laviña y Muñoz, ausencias que podrían ser muy importantes, sobre todo la del primero por sus lanzamientos desde el perímetro y su manejo del tempo.

Rota la mala racha negativa y aumentada la moral, el equipo madrileño buscará reencontrarse con su juego de principio de temporada: rápido en las transiciones y los ataques para descolocar las defensas rivales y encontrar huecos desde los que lanzar con facilidad.

Además, debe volver a tener una defensa cerrada que no deje huecos a los lanzamientos del rival. Los problemas aquí volverán a estar en la falta de centímetros bajo el aro, lo que supone la concesión de un gran número de rebotes.

Además, y como anécdota, tras la victoria número 50 en ACB de Fisac el pasado martes, de vencer en Valladolid el Fuenlabrada sumaría su triunfo 200 en la máxima categoría del baloncesto español.

En la previa, Fisac comentó: "El juego del Blancos de Rueda Valladolid está muy por encima de lo que dice la clasificación. Es un equipo con las ideas muy claras y muy bien trabajado. Cuenta con un gran poder interior, pero al mismo tiempo el descaro de Diego García, la coherencia de Robinson y López, y la dirección de Uriz equilibran desde el perímetro el juego del equipo".

Y tuvo palabras de elogio y de recuerdo para el conjunto rival: "Tengo aprecio y admiración por sus jugadores y cuerpo técnico que son gente que me han ayudado en mi carrera, tanto en lo personal como en lo deportivo, al igual que el club y su afición".