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La fusión de GDF y Suez aprobada por sus consejos de administración

EFE

El proyecto de fusión de Gaz de France (GDF) y Suez recibió hoy luz verde de los Consejos de administración de las dos empresas, que convocaron a sus accionistas a mediados de julio para alumbrar a un gigante de la energía.

Las asambleas extraordinarias de accionistas de la gasista francesa y del grupo franco-belga se reunirán el próximo 16 de julio para validar la fusión.

El acuerdo, anunciado en febrero de 2006 y modificado el pasado noviembre tras intensas negociaciones con el Elíseo, fue validado hoy primero por el Consejo de administración de GDF, sin el apoyo de los representantes del personal, y luego por el de Suez.

El llamado tratado de fusión deberá obtener ahora el visto bueno de la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF), antes de recibir la luz verde final de los accionistas.

Unos días después, el nuevo grupo, bautizado GDF Suez, se estrenará en Bolsa, donde empezará a cotizar Suez Environnement, que agrupará buena parte de las actividades medioambientales (agua y saneamiento) de Suez.

Esa medida se negoció para compensar la diferencia de valor bursátil entre los dos grupos, dado que el acuerdo de fusión se hará mediante un canje de 22 acciones de Suez por 21 de GDF.

El Estado francés será el primer accionista del nuevo grupo energético, con el 35,6 por ciento del capital.

Con un peso en Bolsa de unos 90.000 millones de euros y un volumen de negocios combinado de casi 75.000 millones (en 2007), GDF Suez será uno de los gigantes energéticos mundiales.

En palabras del Consejo de administración de la gasista francesa, el nuevo grupo "tendrá vocación de ser un líder mundial de la energía en el gas, la electricidad y los servicios energéticos en beneficio de sus clientes, colaboradores y accionistas".

El presidente de Suez, Gérard Mestrallet, presidirá el nuevo grupo, del que el número dos será el actual número uno de GDF, Jean-François Cirelli.

Anunciado en febrero de 2006 durante el entonces gobierno de Dominique de Villepin para frustrar las ambiciones del grupo italiano Enel sobre Suez, lo que le valió a Francia acusaciones de "patriotismo económico", el proyecto de fusión entre GDF y Suez ha dado lugar a una prolongada saga, llena de retrasos y sobresaltos.

Hasta casi el último momento, los sindicatos de GDF intentaron retrasar esta operación, que ha exigido la privatización de la gasista denunciada en su día por la oposición de izquierdas.

Por su parte, la Comisión Europea condicionó la fusión a que cada una de las dos empresas se desprendiera de parte de sus activos, especialmente en Bélgica para no tener una posición dominante en el mercado energético de ese país.

El pasado jueves Suez cumplió la condición más importante al ceder su parte mayoritaria en Distrigaz al grupo italiano Eni.

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