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El G-8 desconfía del fin de la crisis

Sarkozy pedirá medidas para evitar que el petróleo suba en exceso y frene la salida de la recesión

SANDRA BUXADERAS

El anfitrión de la cumbre del G-8 que empieza mañana en LAquila (Italia), Silvio Berlusconi, quiere lanzar el mensaje de que lo peor de la crisis ha quedado atrás, pero los líderes de Reino Unido y Francia e instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional se han abalanzado sobre él para pedirle más prudencia. A pesar de algún repunte aquí y allá, aseguran, la economía mundial necesita todavía mucho mimo por parte de los gobiernos para poder salir del bache. Todavía es pronto para lanzar las campanas al vuelo.

El primer ministro británico, Gordon Brown, acusó ayer a los bancos y demás instituciones financieras de haber atesorado el dinero público que le han prestado los gobiernos, en lugar de haberlo destinado a dar créditos a las empresas para que puedan sobrevivir a la crisis y encontrar la senda del crecimiento. Lo dijo en la reunión que mantuvo ayer en Evian (Francia) con su homólogo Nicolas Sarkozy.

El francés, por su parte, se mostró especialmente preo-cupado por el encarecimiento del petróleo de las últimas semanas y quiere pactar durante la cumbre 'una horquilla de precios'. Brown no pareció muy convencido sobre la viabilidad de la propuesta y, si bien no la rechazó de plano, sí exigió que estén de acuerdo los países productores.

Otra institución que ha venido a enfriar los ánimos es el Banco Mundial. Su director, Robert Zoellick, le envió ayer una carta a Berlusconi para advertirle de que, a pesar de que los gobiernos han conseguido frenar la hemorragia financiera, deberán estar preparados para volver a intervenir en cualquier momento: '2009 va a ser un año peligroso. A pesar de los recientes avances, podríamos retroceder fácilmente y la senda de la recuperación en 2010 dista mucho de estar garantizada'. Zoellick, además, cree que lo peor de dar la recuperación por descontada es dejar en la cuneta a los países más pobres. 'Si corremos hacia la puerta de salida podemos dejar a los más desfavorecidos dentro de una casa en llamas', escribe. El Banco Mundial estima que el PIB de los países en desarrollo, excepto China e India, caerá un 1,6% en 2009.

Muy cauteloso también se muestra el director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn. 'No habrá recuperación hasta que los balances de los bancos no se hayan limpiado completamente de activos tóxicos; hasta ahora no se ha hecho del todo', dijo ayer. 'Este hecho condicionará la rapidez en la superación de la crisis económica', añadió.

Visto el exceso de cautela que todos van a defender en la cumbre, hasta China se muestra dispuesta a dar un paso atrás en su propuesta de crear una moneda de reserva alternativa al dólar.

Por otra parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, apoyó ayer la presencia permanente de España en foros como el G-8. A su juicio, es 'normal' que España tenga su silla en las reuniones que deciden las líneas maestras de la política económica internacional. 'Por su peso económico' y por su 'influencia en el debate internacional', España debe participar en las reuniones del G-8 ampliado, donde ya hay cuatro países de la Unión Europea. En abril, Barroso ya dijo que 'el G-20 no tiene sentido si España no está', informa Daniel Basteiro.

 

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