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Galicia: El campo de pruebas de Rajoy

Feijóo cumple un año al frente de la Xunta culpando a Zapatero de la mala situación económica de su comunidad

FERNANDO VARELA

El 11 de febrero de 2009, apenas dos semanas antes de las elecciones que le convirtieron en presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo convocó a la prensa en una céntrica plaza de Santiago. Allí, sin admitir preguntas (el caso Gürtel y el escándalo del candidato que había defraudado a Hacienda estaban muy frescos) y con la residencia oficial del socialista Emilio Pérez Touriño al fondo, firmó frente a las cámaras lo que llamó su 'compromiso con los ciudadanos'. Un contrato público que arrancaba con una promesa: 'Combatir el paro como máxima prioridad del Gobierno y recuperar la senda de la creación de empleo'.

Hoy, víspera del primer aniversario de aquellas elecciones, sus posibilidades de cumplir ese compromiso se desvanecen. Al menos a corto plazo. Porque, a diferencia de lo que venía ocurriendo en los últimos años, Galicia ha comenzado 2010 alejándose de España en términos de PIB. El sueño de una de las comunidades menos desarrolladas de converger con la media de la economía española, que hace apenas año y medio parecía al alcance de la mano, vuelve a alejarse. Y, por si eso fuera poco, desde el pasado verano el porcentaje de ciudadanos en paro crece en Galicia visiblemente más deprisa que en el conjunto de España.

Una respuesta a la crisis y, sobre todo, medidas concretas para combatir el paro son precisamente las dos carencias que más reprocha el Partido dos Socialistas de Galicia (PSdeG) a la nueva administración del PP. Hace un año Núñez Feijóo culpaba a Touriño; hoy hace responsable de la situación económica de Galicia a José Luis Rodríguez Zapatero. 'Tienen todas las competencias y no han hecho nada contra el desempleo', ni siquiera una reunión de la Mesa de Diálogo Social, se lamenta el portavoz parlamentario socialista, Xaquín Fernández Leiceaga.

Por no cumplir, el nuevo Gobierno ni siquiera sabe cuándo va a hacer realidad su promesa electoral estrella: una reducción generalizada del tramo autonómico del IRPF para dinamizar la actividad económica. Debía haberse aprobado en 2009, pero de ella nada se sabe. Primero debe hacerlo el Gobierno central, se justifica el portavoz parlamentario del PP, Manuel Ruiz Rivas.

La oposición denuncia el desmantelamiento de servicios sociales

Los malos resultados económicos y las promesas incumplidas, sin embargo, no han impedido al presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, hacer de Feijóo el 'modelo para el resto de España'. Un auténtico banco de pruebas, en opinión de los partidos de la oposición, de las políticas que los conservadores quieren aplicar al conjunto de España si recuperan el poder.

Esas políticas ya se están haciendo notar, especialmente en relación con servicios públicos esenciales. A la Xunta de Feijóo le faltó tiempo para sustituir la gratuidad de los libros de texto del Gobierno bipartito por subvenciones a la adquisición de los volúmenes que se utilizan en la enseñanza, recortó los recursos de las escuelas de idiomas y la oferta de empleo público en la educación y redujo el personal de apoyo en los centros de enseñanza. A las universidades, en plena aplicación del Plan Bolonia, les ha quitado casi 30 millones de euros.

El modelo sanitario puesto en marcha por Feijóo tiene, en nombre de la crisis, un referente claro: la Comunidad de Madrid. Los nuevos hospitales de Vigo y Pontevedra estarán en manos privadas, igual que varios nuevos centros de salud. En nombre de la austeridad, centros sanitarios comarcales como los de A Mariña y Monforte pierden prestaciones en favor del Hospital de Lugo. Para ahorrar, también suprimió las peonadas sanitarias, que hacían posible reducir listas de espera ampliando horarios por las tardes (la Xunta se vio obligada a rectificar la medida).

Carlos Aymerich, portavoz del BNG, hace notar, además, 'la liquidación de la política de vivienda' y la paralización del concurso eólico para recuperar el modelo de adjudicaciones discrecionales.

El Partido Popular subraya el cambio de imagen del Gobierno

En el PP insisten en que el culpable de la situación económica está más allá de sus límites territoriales. 'La desgracia es que las competencias la tiene el Estado y Zapatero es el mayor creador de desempleo de toda Europa', asegura su portavoz parlamentario, Manuel Ruiz Rivas. Lo mejor del primer año de Feijóo es, en su opinión, el cambio de imagen'al pasar de un Gobierno dividido y un análisis poco realista de la crisis a un Ejecutivo unido y consciente de la situación.

A falta de algo mejor, Feijóo pone ahora todas sus esperanzas en el Xacobeo, la operación de márketing turístico inventada por Manuel Fraga hace casi dos décadas y que, tradicionalmente, empuja hacia arriba el PIB de Galicia. Claro que, a la vista de los primeros datos de afluencia de visitantes, por debajo de los del año pasado, tampoco el año santo va a marcar la diferencia.

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