Este artículo se publicó hace 15 años.
Gambari regresa a Birmania sin saber si podrá hablar con Suu Kyi y Than Shwe
El enviado especial de la ONU para Birmania (Myanmar), Ibrahim Gambari, llegará mañana a Rangún para una nueva visita, la séptima desde que asumió el cargo, sin tener la certeza de que esta vez verá al jefe de la Junta Militar, Than Shwe, y a la líder del movimiento democrático, Aung San Suu Kyi.
Fuentes de la ONU en Bangkok indicaron hoy que Gambari lleva en su agenda de reuniones a Suu Kyi, sometida a arresto domiciliario en su casa de Rangún desde 2003.
Suu Kyi, Nobel de la Paz en 1991, dirige la Liga Nacional para la Democracia (LND), el principal partido de la oposición birmana y el ganador, con más del 82 por ciento de los votos, de las pasadas elecciones parlamentarias, aunque la Junta Militar nunca reconoció el resultado.
"No hemos visto ningún resultado concreto en la últimas seis visitas a Birmania del enviado especial, pero igual trae una solución para poder comenzar un diálogo verdadero en este viaje", indicó Win Naing, de la LND, a la revista "The Irrawaddy".
Win Naing recordó que el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-mooh, había dicho que Gambari, tras el fracaso del viaje de agosto en el que ni Suu Kyi ni Than Shwe quisieron hablar con él, no volvería a Birmania "a menos que hubiese signos de progreso".
En el terreno de las libertades democráticas, los miembros de la LND y otros opositores que permanecen en Birmania viven una de las épocas más negras.
"Estamos viendo más arrestos y largas condenas a prisión a disidentes políticos que nunca", afirmó Thaung Tun, del opositor Gobierno de Coalición Nacional de Birmania.
En el plano político, el general Than Shwe sigue adelante con su plan de celebrar elecciones parlamentarias en 2010 en el marco de la Constitución que el régimen redactó y aprobó el año pasado en un referéndum y unas condiciones muy criticadas por los grupos de defensa de los derechos humanos.
La LND boicoteó el plebiscito porque, en su opinión, la Carta Magna es antidemocrática y perpetúa en el poder a los militares.
El portavoz de la LND, Nyan Win, señaló esta semana que mantienen sus objetivos inmediatos de primero liberar a todos los presos políticos, incluida Suu Kyi, y después comenzar una reforma política que tenga en cuenta a todos los partidos y grupos étnicos.
Las penitenciarias birmanas encierran a 2.161 presos políticos, según datos de la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (Myanmar).
Birmania está gobernada por una dictadura militar desde 1962.
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